Apóstoles de Cristo

-Misterios en los ultimos tiempos-

(Fabián)

Estaba yo caminando libremente por la ciudad junto con la dulce nieve que caía del cielo.

El lugar estaba muy animado, las luces, las canciones, las personas, todo estaba muy hermoso.

Pero algo que no sabian varias personas y que celebraban por celebrar,en la navidad se celebra el nacimiento de Jesús nuestro salvador.

Ya estabamos a 13 de diciembre casi año nuevo es una gran felicidad poder haber llegado hasta aquí con vida gracias a Dios.

-Hola amigo¿Sabes donde puedo comprar un arbolito de Navidad por esta zona?

-Si, allí a la esquina hay una muy buena tienda de objetos navideños. Te la recomiendo mucho.

-Muchas gracias.

-De nada. Bendiciones.

Ese hombre me pareció familiar, pensaba de donde lo había visto.

Pero sin romperme el cerebro yo también voy a comprar lucecitas navideñas.

Al caminar, en una banca estaban sentados mi hermano y su novia Sofía besandose apasionadamente.

-Hola hermano-Interrumpí solo para saludar.

-Que tal hermano¿Como estás?-Preguntó alegremente.

-Exelente.

-¿Adonde vas?-Preguntó su novia.

-A la tienda a comprar luces navideñas.

-¡Que bien ya casí es noche buena! Bueno, no te atraso más que te vaya bien bendiciones.

-Bendiciones.

Salí y fui a la tienda a cumplir el objetivo que me propuse.

No me he enamorado de una chica porque no he encontrado a la adecuada.

Al llegar a la tienda, vi que estaba repleta de cosas.

-Buenas noches ¿En esta tienda hay luces coloridas?Pregunté educadamente.

-Si de todo tipo.

-Deme este par por favor.

-Con mucho gusto.

Contento sali de la tienda y me fui a la casa que nos habían regalado ayer.

Si,fue ayer. Es una gran milagro que nos regalarán una casa.

Fui a la iglesia para congregarme y aprender más e ir a la ese hermoso lugar porque de verdad me encanta.

Me senté a esperar que empezarán y cuando empezarón a alabar al Señor las alabanzas no hiban como Dios quiere.

Las predicaciones tampoco.

Esa iglesia bautizta, no hiba como quiere el Señor.

Me paré y los corregí pero ni caso.

Las enseñanzas no eran las cosas que enseñó Cristo.

En ese momento hubo un terremoto que hizo que todos se areodollaran y oraran del temor.

Me escucharón al final y de dieron cuenta que esas cosas no eran las verdaderas cosas que Dios nos envió, si no que estaban adaptadas a la voluntad del hombre no la de Dios.

Despidiendome pasé por una escuela secundaria en la cual hubo un asesinato.

No parecía para nada obra de hombres si no de cosas sobrenaturales.

El cuerpo estaba decspitado, lleno de sangre y torturado.

Una gran ecena muy horrible.

Pero no sólo era ese eran otros dos mas.