Esteban
Ya llevamos un día en la búsqueda de mi hermano,pero fuerzas en Cristo es lo que nos sobra.
Fabián
Ya llevo encerrado aquí unos días comiendo de las sobras que nos dan a mi y a Carlos.
El calor que hace aquí ya me ha hecho desmallarme dos veces,pero sigo en pie,me quedan fuerzas para seguir luchando.
—Amigo ¿Tienes sed?—Pregunté porque hacia días que no nos daban agua.
—Si,y mucha.
Un milagro grande que no haigamos perecido por falta de agua.
—Solo nos falta un día—Comenté.
—Pues sí,mañana nos llevarán a esa parte y al otro morir quemados pero si te soy sincero,no me asusta en nada.
—Ni a mi.Pero seguro que nos están buscando,ya debieron de haber notado nuestra desaparición.
—Es muy probable,pero sigamos con fe.
*Pasos*
—Siento pasos ¿Dé quién será?
—Solo te digo prepárate—Habló con un poco de nervios.
Ya sabía que esto era muy probable.
El sonido de el candado abriéndose me daba la sensación de que algo terrible estaba por pasar.
—Atenlo lo más fuerte que puedan—Con voz grave hablo un secuas.
—¡¿Y a dondé me llevan?!—Grité muy enojado.
Pero el solo se quedó callado,no podía hacer nada ya que nos llevaban a una sala de torturas para que sufrieramos y así unirnos a ellos.
Las torturas preparadas eran horribles.
—Deja a tu Dios haora y vivas,trabaja con nosotros para así no tengas que pasar por esto.
—¡No!¡Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia—Le respondí.
—Veo que te haces el valiente,veremos qué tan valiente sois en la silla.
Ya me imaginaba en las torturas que pasaría en la silla,pero no podía hacer nada ya que nos sujetaban los brazos,un hombre de cada lado por seguridad.
—Preparate brother—Habló Carlos cuando nos sentaron en la silla.
—No pierdo mi fé—Respondí.
Nos pusieron aquellos hierritos para las manos como si fueran esposas policiales pero pegados a la silla.
—Bien,comencemos sacándoles los ojos.
En mi mente le rogaba a Dios que me liberará de hay y no me pasaré nada.
—¡Jefé!—Un guardia gritó muy sofocado.
—¿Qué pasa? Ve al grano.
—Se escaparon prisioneros y haora necesitamos de su ayuda.
—¡Que pesados!Haora iré.En un minuto regreso no se apuren ¿si?
Ya va una vez que solo se acercó a mi ojo con esa punta demasiado afilada,ni siquiera me pudo tocar,ni a mí ni a mí compañeros.
Pasaron aproximadamente diez minutos cuando entro bruscamente por aquella sucia puerta.
Si la puerta estaba extremadamente sucia,el lugar y el ambiente parecía haber salido de una película de terror,las paredes como de un hospital sucio,el piso se notaba que no lo limpiaban.
—Bien volvamos a lo nuestro.
Y otra vez.
—¡Jefe apúrese,rápido los soldados están desmayados y los prisioneros se están liberando uno a uno,deprisa!
—¡Que pesado,no puede ser!—La paciencia se le colmava a tal punto que fácilmente se podría olvidar la tortura.
Caminaba unos pasos pero los guardias volvieron a despertar y parecía que todo se calmaba.
—Al fin amigo,haora si,volvamos con lo nuestro.
Y la tercera vez.
—¡Auxilio!—Gritaban desde el pasillo.
—¡¿Qué estara pasando haora?!
Ya era la tercera vez,ya estábamos empezando a sospechar de algo.
En ese instante que se alejó aquel hombre,se rompieron las cadenas y SAS.
Pudimos salir,pero no fue tan fácil.
Buscábamos la salida cuando nosotros dos pudimos apreciar que en dónde nos encontrábamos se cayó el muro de la pared que estaba al frente en forma de círculo,permitiéndonos salir perfectamente.
El lugar tenía olores desagradables como a estiércol y a cadáveres.
—¡Gloria a Dios sabía que saldríamos sin ningún rasguño!—Exclamó Carlos.
—No es mentira.
Ni siquiera un pelín de nuestra cabeza pereció,pero bueno solo quedaba irse a casa y no era tan fácil.
El lugar estaba ubicado en medio de un bosque,ni teníamos idea de cómo volver pero Cristo nos orienta tengo fé mucha fé.
(Job 20,Job 21 y Job 27)
Esteban
Estamos super cerca de encontrar el lugar en donde está ubicado el contenedor.
Haora mismo vamos en un vehículo hacia allá.
Sé que Jesucristo está conmigo haci que no me debo de preocupar.
—Vamos sube.
—Haora mismo voy a subir.
Subí en el carro de la FBI y nos dirigíamos hacia allí,pero nos tomaría aunque sea un día.
Carlos
Nos adentraremos en el bosque,ya le dije a Fabián que soy experto en geografía,para su reacción se asombro terminando aplaudiendo.
Me orientaba por el sol.
Era segura nuestra llegada pero,lo que me preocuparia sería cuando se den cuenta que no estamos allí la incomodidad que deberían de tener.
Pero no importa.
Una hora después...
—Carlos mira hacia al suroeste de ti,una casa de madera.
—Si parece que almacenaban algunos suministros descansemos allí.
Gracias a Dios al lado un metro de distancia se encontraba un arroyo que tenía agua limpia clara y que se podía apreciar a simple vista.
El lugar estaba completamente abandonado y muy hermosa la cabaña.
A pesar de estar abandonada conservaba su belleza,la madera era de roble.
Era como de cinco metros de ancho y siete de largo,según mis calculos.
Muy impresionante la verdad.
Al lado habían varios animales y en el arroyo peces,comida y bebida no nos faltaba.
Allí pasamos la noche agustos.
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Apóstoles de Cristo
SpiritualEste libro es creado para que entiendan como son los caminos de Dios por medio de una historia de 2 hermanos que se convierten en apóstoles,y crean en que Jesucristo si vino al mundo y si existe un Dios.