Sangre Y Poder (chicaxchica) ✅

Que Todos Sepan Quien Es Gabriella Lombardi.

Antes de anviar a Esperanza a llevar a cabo su venganza, Gabriella se vio involucrada en algo que la llevaría a viajar a Estados Unidos, a las Vegas. Tenía que ver con Ágata, y decidió llevar a Esperanza con ella, con la intención de que aprendiera más cosas.

Era una noche oscura y llena de peligros en las Vegas, Gabriella Lombardi, la mujer más temida y peligrosa de la mafia y una chica noble a la que convirtió en una asesina ahora se encontraban en una reunión clandestina de mafiosos en las Vegas, todos en el lugar eran hombres que parecían comerlas con la mirada.

—¿Qué estamos haciendo aquí Gabriella? Me siento algo incómoda —dijo Esperanza.

—No dejes que te intimidan, creen ser más fuerte que nosotras, solo no les muestres miedo.

Gabriella bebió un poco de st-germain cocktail, un coctel que no contenía mucho alcohol, las bebidas con mucho alcohol no son de su gusto, parece odiarlas. Esperanza, por otro lado, tomaba vino.

—En cuanto a tu pregunta de qué estamos haciendo aquí —continuó Gabriella — yo solo estoy buscando a alguien que preciso con urgencia.

En ese momento Esperanza se percató de una conversación cerca de su mesa. Dos hombres, llenos de machismo y prejuicios, se burlaban del liderazgo de Gabriella Lombardi y cuestionaban su capacidad para dominar el mundo del crimen.

—Apuesto a que pasa más tiempo arreglando sus uñas que dedicándole tiempo al mundo de la mafia.

—¿Al menos crees que es capaz de usar un arma? Siempre pediría ayuda —comentaban los hombres.

Esperanza la miró levantando una ceja, pues para ser Gabriella Lombardi se veía demasiado tranquila, ni parecía querer matar a alguien.

Ajena a sus comentarios despectivos, Gabriella decidió enfrentarlos en su propio terreno.

Hizo que Esperanza se levantara de la mesa y fueron a la mesa en la que estaban aquellos hombres.

Con una sonrisa desafiante en sus labios pintados de rojo intenso, Gabriella propuso un juego de cartas para demostrarles que su lugar al mando no era resultado del azar o la casualidad.

Los hombres, entre risas burlonas y miradas de incredulidad, aceptaron el reto sin dudarlo. Para ellos, era solo un juego más donde subestimarían a una "princesa" fuera de lugar. Sin embargo, desconocían que estaban a punto de enfrentarse a una mente astuta y calculadora.

—¿En serio? —preguntó uno de ellos —.¿Qué hacen dos niñas en un bar de este tipo? Retándonos a un juego, esta no es un juego de muñecas.

Con elegancia y determinación, Gabriella se sentó frente a ellos sin decir una sola palabra, Esperanza solo estaba allí viendo. Las cartas fueron repartidas y el silencio invadió la habitación. El sonido sutil del barajar resonaba en el aire mientras las miradas se entrecruzaban entre los jugadores.

—¿Listos para perder contra una mujer?  —preguntó Gabriella mientras recibía su juego de cartas.

—No te hagas ilusiones, princesita —mencionó uno de los hombres después de una risa —. Esto es un juego de hombres.

—Exacto —dijo otro —. No creo que puedas manejar la presión.

Uno por uno, los mafiosos fueron cayendo bajo el hechizo de las habilidades estratégicas de Gabriella. Cada movimiento era calculado con precisión milimétrica, cada apuesta era un golpe certero que dejaba sin aliento a sus oponentes.

—¿Cómo es posible? Deberías estar en la cocina, no aquí.

—Oh, cariño, subestimaste mi capacidad para jugar tus mismas cartas —le respondió Gabriella —. ¿Listo para perder?