Sangre Y Poder (chicaxchica) ✅

En Alemania.

Cuando se encontraron en una enorme mansión en Alemania, con aquel Alemán Adam Fischer. Él al parecer se veía sumamente interesado en Esperanza. Lily solo estaba allí demasiado tensa todavía.

-Tranquila, Lily -le dijo Gabriella -, ¿por qué estás tan tensa?

Pero, cualquier cosa que le dijera Gabriella solo la preocupaba más.

-Gabriella Lombardi, siempre sabe lo que me gusta -dijo Adam mirando no solo a su nuevo fenómeno sino también a Esperanza.

-Si me beneficia -le contestó Gabriella.

El hombre fumaba un cigarrillo y se veia feliz por su nueva adquisicion. La analizaba de arriba a abajo mientras dejaba a la vista una siniestra sonrisa.

-He tratado de concentrarme en este nuevo entretenimiento, pero me he encontrado a un angel -dijo dirigiendo su mirada hacia Esperanza.

-Muchas gracias, caballero -dijo Lily sin poder evitar sonrojarse.

-No hay de qué -responde él ante sde girarse para gritar -. ¡TENGO UNA NUEVA ADQUISICION, TAL VEZ DOS..! ¡HAY QUE CELEBRAR!

¿A qué se refería con dos adquisiciones? Era muy obvio que se trataba de Esperanza, ella había despertado un interés en él.

Gabriella, Lily, Esperanza y Adam estaban sentados los cuatro en una mesa disfrutando de la noche y de la celebración. Cuando de repente alguien se acercó a la mesa.

-Señorita, le gustaria bailar? -le dijo a Lily un hombre muy apuesto, él no parecía ser Alemán, al parecer era un aliado estadounidense que al igual que todos en el lugar, se divertía con los fenómenos conseguidos por el Alemán. El parecía ser más carismático que el resto de los presentes que mantenían una mirada fría todos.

-De hecho si -dijo Lily esperando que eso la ayudara a liberar la tensión que había estado acumulando.

-Ni lo pienses -interrumpe Gabriella jalándola del brazo para que se sentara de nuevo -. No vas a bailar con nadie, no vinimos aqui para eso. Vete, ella no bailará contigo ni con nadie.

Lo dijo con el nivel de autoridad de siempre, lo que hizo que el hombre rápidamente cambiara de dirección mirando a Esperanza.

-Ella solo baila conmigo -advirtió el Alemán como si Esperanza le perteneciera.

Así el estadounidense tuvo que irse y Lily se quedó con Gabriella mientras Esperanza y Adam bailaban.

-¿Por qué yo no puedo? -preguntó Lily.

-Porque yo lo digo.

Pero Lily se cruzó de brazos y se puso de pie.

-Iré a buscar al joven, bailaré con él, ¿y qué con eso? -dijo antes de darse la vuelta e irse.

Luego de caminar por el salón un rato se encontró al joven.

-Pensé que no bailarías -dijo el joven.

-Y no lo hará -interrumpió Gabriella.

-¿Me estás siguiendo? -preguntó Lily.

-Lily, regresa al asiento.

-No eres mi madre.

-Muy bien... Baila con él.

-No puedo si siento que vas a matar a alguien.

-No, adelante, baila con él.

-Sí dejas de mirarlo como si quisieras matarlo.

-¿Matarlo? No.

-Lo siento, no puedo bailar contigo -dijo Lily dirigiendo su mirada al joven.

-¿Ella... Es tu jefa? ¿Tendrías problemas?