Después De La Venganza.

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Gabriella hizo que el enorme canino se hiciera muy cerca de Vanessa.

—Sí haces cualquier movimiento —le advierte —, le daré la orden para que te destroce el cuello.

No importa que cosa hiciera Vanessa, terminaría muerte de una forma horrible. Ambas eran formas en las que nadie quería morir. ¿El ataque de un canino? ¿La llamada corbata Colombiana?

Pero con una última esperanza Vanessa gritó: “que alguien me ayude, que alguien me ayude, por favor”.

—No vayas a agotar tu respiración, ni te canses... Podrías gritar lo más fuerte que puedes, una y otra vez, pero nadie te va a escuchar. Y si por casualidad alguien te escucha terminará muerto de la misma manera.

Vanessa veía con horror como se acercaba el bisturí, pero no dejó de suplicar hasta el último momento. Súplicas que eran en vano, ¿quién podría convencer a Gabriella de que no le quitara la vida si había llegado hasta ese punto?

De hecho, suena bastante perturbador sacar la lengua de esa forma y jalar para que salga lo más que pueda. Pero ella está loca y encuentra el placer en este tipo de cosas.

—Ahora las dos tenemos una corbata —dijo Gabriella —. ¿Tienes hambre? —le preguntó después al enorme canino con una sonrisa.

Mientras tanto Lily tenía una acalorada discusión…

—¿Si no piensas entregarla por qué demonios no te vas? —preguntó su padre furioso —, ya te vengaste. Si sigues cerca de esa mujer terminarás siendo como ella.

—Te ha dejado sola —agregó su madre —. ¿Por qué simplemente no te vas?

—Porque no quiero, ¿qué parte no entienden de eso?

—Lily, estás enamorada y no deberías amar a una mujer así. Solamente te usa, a ella no le interesas.

—Como sea, me siento más segura con ella.

—Vas a salir herida de nuevo —dijo su madre.

—Esa loca, despiadada, arrogante... Llámenla como quieren —sonríe —, de alguna manera se robó mi corazón, lamento desobedecerle, pero no hay marcha atrás.

Lily salió de ese lugar sin remordimiento alguno, al contrario, tenía una sonrisa que resultaba ser muy linda.

Sabiendo donde estaba su Lord, como había empezado a llamarla, la buscó. La encontró fácilmente y no pudo evitar correr a ella.

Se quedó parada frente a ella en silencio, observando los tatuajes que caracterizaban a Gabriella y también verla sin sus guantes.

—Que lindos son —dijo Lily.

—Gracias —respondió Gabriella —, ¿cómo te fue?

—De maravilla, entiendo la satisfacción que te da.

Gabriella trataba de concentrarse luego de que sus Demonios, bueno, familiares le ordenaran que acabara con la vida de Lily. Ni siquiera ella podía entender por qué eso se le hacía tan difícil.

—¿Está bien, mi Lord? —le preguntó Lily con dedicación.

—¿Tu Lord?

—Sí, ¿o no crees que mereces el título de Lord para todos?

—No, no es así —respondió Gabriella mirándola —. Yo no soy Lord de nadie. Tu Lord sí, pero no permitiría que nadie más me llamé así.

—Entonces, ¿también puedo darte la mano?

—Estás llegando demasiado lejos —dijo Gabriella caminando para irse.

Lily se quedó de atrás, pero luego escuchó un: “está bien, toma mi mano”. No lo pensó ni una sola vez y la alcanzó para darle la mano.

—No te atrevas a decirle a nadie de esto, es una orden —le dijo Gabriella.

—Como usted ordene, mi Lord.

——————————

Gabriella se sentía de una forma muy extraña, ¿qué nacía Lily en su habitación, en su cama? ¿Cómo había llegado al punto de dejar que su pequeño Gato Vanta jugara con Lily si no confiaba que absolutamente nadie lo tuviese en sus brazos?

Pero notaba que su gato confiaba en Lily y disfrutaba de su compañía. Los miraba de lejos a los dos y sentía cierto pesar por Lily. Sus padres siguen penando y ella aún no encuentra a su hermano.

“No puedo matarla, no sé qué pasa conmigo. Pero ya no siento que sería algo divertido matarla… Me voy a volver loca” pensaba Gabriella.

—Entonces, ¿otra vez vendrán hombres? —preguntó Lily.

—Así es.

—¿Y eso cómo por qué?

—Tengo que viajar nuevamente a España antes de regresar a Italia, tengo un asunto que resolver ahí y las cosas  podrían tornarse algo difíciles.

—¿Puedo ir contigo?

—¿Y tú como por qué preguntas eso? Si viniste aquí conmigo entonces también lo harás y también iremos a Estados Unidos después.

—¿A qué?

—Tengo que hacer algunas revisiones en un laboratorio en Estados Unidos. Tienes que conocerlo —dijo lanzándole un papel.

—Que bien los escondes —admira Lily la posición estratégica en la que estaba el laboratorio.

“No será que esa mujer usó magia negra conmigo” pensó Gabriella.

—Sí, será mañana temprano —dijo Lily dándole golpecitos a una de las almohadas —. Deberíamos dormir ya.

—¿Me estás invitando a dormir a mi propia cama?

—No, te estoy invitando a dormir a mi lado —sonríe —... O encima, como prefieras.

—No...

—Entonces, ¿vas a dormir de pie como gallina?

—Parece que alguien se está olvidando de algo.

Lily se puso de pie y se acercó a ella para poner sus manos sobre los hombros de Gabriella.

—Ven a dormir conmigo, mi Lord.

—¿Por qué dices dormir si seguramente no vamos a dormir? —preguntó Gabriella dirigiéndola a la cama.

—Vamos a tratar, dijiste que mañana debías hacer aldo importante. Entonces, debemos concentrarnos en eso.

Bueno, Lily si durmió, pero Gabriella, a pesar de que lo intentará no podía. Allí estaban ellos con su “¿qué esperas para matar a la chica?“ pregunta que le hacían una y otra vez, ¿cómo Demonios iba a dormir?

Al día siguiente llegó The Killer con otros hombres, al parecer tenían un ajuste de cuentas en la ciudad de Madrid.

—Entonces, ¿ya saben quién fue? —le preguntó Gabriella a The Killer.

—Sí señorita —respondió él —, y precisamente esta noche planea tener una fiesta con su familia.

Es un error muy grande robarle dinero a una mafia como esta y hacer una fiesta para celebrarlo después pensando en que no se darán cuenta. La sangre que se derramará probablemente será mucha y una parte de esta será de personas que tal vez ni siquiera tengan algo que ver. Pero, desafortunadamente estarán en el lugar y a la hora equivocada.

—Entonces, ¿ahora no tendrías problemas para dispararle a personas? —le preguntó Gabriella a Lily mientras le entregaba su Shak-12.

—¿En serio? ¿Me vas a dejar usarla? —preguntó con sorpresa.

—Sí, ¿o no la sabes utilizar? —preguntó.

—Había pasado mucho tiempo desde que dudabas de mis capacidades.

—¿No me estás dando las razones?

Lily sostuvo el arma con determinación mostrándole a Gabriella que no tendría problema para utilizarla.

—Cuando quieras —le dijo Lily a Gabriella —. Para mí sería un honor una cacería junto a mi Lord.

—¿Qué no eras la policía que no mataba por placer? —preguntó Gabriella.

—Pero, resultó ser divertido. Así que, ¿qué puros hacer?

Sangre Y Poder (chicaxchica) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora