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SeungMin se sentía mal, terriblemente enfermo

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SeungMin se sentía mal, terriblemente enfermo. TaeHyung había tenido que pedirle el día libre a MinHo para poder cuidar a su hijo. El doctor, el cual había visitado ayer, le recetó algunos jarabes para poder disminuir su tos. Sin embargo, el niño se negaba rotundamente a tomarlos.

— Si no tomas esto vas a quedar enfermo para siempre, SeungMin. Tienes que hacerme caso.

— No quiero, mami, me duele mucho mi panza.

— Lo sé, pero esto te lo dio el doctor y es para que ese dolor se vaya.

— Doctor malo — hizo un pequeño puchero.

— Los doctores no son malos.

— Lastiman — las lágrimas rodaban por sus mejillas.

— ¡Nadie te quiere lastimar! ¡SeungMin, por favor! ¿Crees que dejaría que alguien te lastime?

— No, mami.

— Bien, entonces tómate esto.

El niño, quejándose, tomó la pequeña medida de jarabe que le era otorgada por TaeHyung. Pasó sus manitos por su cara y suspiró fuerte, oliendo el enojo de su madre.

— Lo siento, mami.

— Tienes que empezar a actuar mejor, no te puedes comportar así siempre.

— No volverá a pasar.

El celular de TaeHyung sonó y este se paró para buscarlo. SeungMin cerró sus ojos y se hizo acurrucó contra sus sábanas, las lágrimas abundaban y los pequeños sollozos escapaban de su boca.

Unos cuantos minutos más tarde, TaeHyung ingresó a la habitación. Su hijo estaba sentando en la cama con una muñeca entre sus manos. Apoyó sus labios en la frente del niño para sentir su temperatura, la cual había bajado significativamente.

— Era JungKook quien llamaba — el niño levantó su rostro — Quiere venir a verte.

— ¡Sí!

— ¿Vas a comportarte bien frente a él? ¿Sin escándalos?

— Sin esco-escándalos, mami.

— Bien.

El niño se acercó lentamente al borde de la cama, extendiendo sus brazos. TaeHyung lo agarró e hizo que enganchara sus piernitas en su cintura. SeungMin colocó su rostro contra el cuello de su madre, dejó un besito reconfortante ahí.

— Siento mucho haberte gritado, hijo. No hiciste nada malo, no es tu culpa estar enfermo.

— Tengo que tomar medicina, mami, no portarme mal.

— Eres mi bebé, el bebé más precioso del mundo. No te portaste mal, yo sí.

— Tú tampoco — dejó un beso en la mejilla de rubio — Te amo, mami.

Dolls bar ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora