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TaeHyung y JungKook no hablaban hace una semana

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TaeHyung y JungKook no hablaban hace una semana.

SeungMin extrañaba tanto al alfa. Y, aunque odiaría admitirlo, TaeHyung también lo extrañaba mucho.

Una noche —de las tantas que JungKook iba a dormir con ellos— el alfa llegó con un aroma fuerte a omega y a niños. Eso había desencadenado una pelea —no muy grande, en realidad— solo un "hueles a otra omega" y un "lo siento" por parte de JungKook. Después de eso durmieron y al otro día la comunicación se perdió.

Ahora, TaeHyung estaba en el bar, moviéndose con maestría por toda la barra. Aunque todos sus sentidos estaban puestos en la habitación de un costado donde su hijo descansaba —mejor dicho: destrozaba todo el lugar—.

— Hola, TaeHyung.

TaeHyung volteó su cabeza hasta chocar sus ojos con Jackson.

— Hola, cariño, ¿qué vas a pedir?

— Dame dos cervezas y tres whiskys, por favor.

— Claro.

— ¿Cómo está SeungMin? No lo veo hace mucho.

— Oh, sí, ha pasado tiempo. Está bien, debe estar durmiendo en esa habitación de ahí — señaló con un dedo la puerta que se encontraba a su izquierda.

— ¿No es un poco peligroso traerlo?

— Sí, no tengo otra opción. Mi amiga ya no puedo cuidarlo — le entregó las bebidas.

— ¿Y JungKook?, sabes que a él no le importaría.

— No quiero molestarlo. Seguramente tiene cosas más importantes que hacer en su tiempo libre.

Jackson solo lo miró y asintió con su cabeza, antes de dirigirse a la mesa donde se encontraban su omega y sus amigos.


◇◆◇◆◇


— ¿Tienes sueño, mami?

TaeHyung caminaba por las calles con el pequeño enganchado a su cuerpo. Las piernitas del niño rodeaban su cintura y TaeHyung lo sostenía por sus pequeños muslos.

— Un poco, bebé. Además, hace mucho frío, ¿no?

— Sí, mucho, mucho.

SeungMin se acurrucó en el hueco del cuello de su mamá. Sus manos acariciaron la mejilla de TaeHyung y jugó con la nariz del omega mayor, la cual estaba roja.

TaeHyung metió la llave en la cerradura y el cálido viento tocó su rostro haciendo que suspire aliviado.

— Llegamos a casa — bajó al niño — ¿Quieres dormir conmigo?

— ¡Sí! Tengo pesadillas — dijo lentamente, frotando sus ojos con un notable cansancio.

— Lo sé, Minnie. Siento no poder hacer nada para que se vayan.

Dolls bar ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora