Katsuki miró a Tokoyami, se acercó lentamente y se acomodó en sus muslos. Tokoyami abrió un poco los ojos, pero rápidamente entendió la situación y empezó a desenredar y acariciar el cabello del rubio.
—¿Estás bien? —preguntó Tokoyami, mientras Katsuki cerraba los ojos con un suspiro.
—Realmente no, solo es que estás muy tranquila y eso ayuda —respondió Katsuki avergonzado al decir la verdad sin revuelo, arrugando aún más su ceño fruncido, pero aun calmado.
Estuvo en silencio durante largos minutos, hasta que se animó a responder solo cuando siente que su compañero dejo de hacer su tarea—: Okey, Okey, solo estoy... Cansado, pero no hables, Entendido.
Tokoyami asiente, continúa con su tarea. Ahora tranquilo al tener la respuesta ante la respuesta vaga que había dado al principio Bakugo.
131 Palabras.
