4. La tarde juntos

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Theodore Nott.








Si había algo que odiara mucho, esas serían las mañanas. Todos estaban más cargosos y molestos al principio del día y me hartaba que se les diera por hablarme con ese humor.

Zabini, por ejemplo, estaba muy denso con el mismo tema hace una semana. Hablaba al lado mío contándome sobre sus planes y maneras de intentar saber si le gusto a Charlie, según él, es más que evidente. Está totalmente loco y me di cuenta de eso cuando empezó a llamarse asimismo "el detective del amor".

Está demente.

También odiaba los martes como hoy. Día en el que tengo que trabajar en pareja con Orión, él me odia y no lo dice, pero se le nota en la cara cada vez que llegó a sentarme junto a él.

No entiendo que le hice para que me tenga ese despareció, pero bueno que se joda, ahora le toca aguantarme con este humor de perro.

Si fuera una de esas personas que no se callan ni un santo segundo, me quedaría en mi mundo esperando un buen momento para hablar. Es decir, no es tan feo hablar con uno mismo, yo siempre hablo en mi mente como si estuviera documentando mi vida, toda mi infancia fue así y mírame, estoy como quiero.

Bueno, no voy a mentir, no estoy como quiero. Últimamente tengo mucho deseo de acercarme a Charlie, la prima de Draco y si, pasó así de la nada. Bueno, en realidad, la soñé y no me la puedo sacar de la cabeza.

── esa es la cara de alguien que odia pociones en estos momentos.

Gracias Salazar!!

Levanté la cabeza para mirarla. Era Charlie. De la nada me dejó de parecer irritante la gente a mi alrededor, la verdad. La chica de uniforme oscuro como accesorios amarillos estaba parada frente a mi, pero no todos sus accesorios eran amarillos, destacaba la brillosa pero oscura corbata que llevaba. Ella tenía una corbata verde.

── ¿De quién es la corbata? ── juro que la pregunta se me escapó de los labios antes de pensar en qué decir.

Ella levantó una ceja y se miró a sí misma.

── no puede ser, está no era mi corbata. ── dijo sacándola rápido ── debe ser de Dray, se mezclaron nuestras cosas.

No era novedad que Draco y ella se volvieron muy unidos, al punto de ni siquiera poder nombrarla en alguna broma porque el rubio se enoja. Ella ya no necesitaba su tutoría, pero se les había hecho costumbre pasar el rato juntos y ahora son como dos siameses. Me sorprende que no esté con Draco en este momento.

── prácticamente me robaste a mi amigo, hasta creí que éramos amigos tu y yo, me siento excluido. ── bromeé, pero creo que ella no lo notó, porque una mueca apareció en su cara ── solo estaba bromeando, le haces bien a Malfoy.

── igual, si quieres, podemos pasar la tarde nosotros juntos, luego de transformaciones tengo tiempo libre. ── me sonrió.

Mierda. A esa hora yo no la tengo libre, tengo runas antiguas.

── me encantaría ¿Me esperas bajo el gran árbol? Tengo pociones ahora. ── le pedí. Ella asintió aún con la sonrisa.

── ¿Podrías darle esto a Draco? Se lo olvidó ayer.

Me estiró un libro y la corbata mal doblada encima de este, ahora el que asintió fui yo. Charlie se fue y me quedé viéndola desaparecer por el pasillo.

── está llegando tarde, señor Nott.

La voz áspera y gruesa del ser más feliz de todo Hogwarts, me sacó de mi trance.

The Last Black. Theodore NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora