1. tropiezos en el tren

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Andén 9 ¾, estación de King 's Cross , 1993.



Otro año en Hogwarts estaba por comenzar y lo que pasaba en el mundo mágico no era nada bueno. Su tío, Sirius Black, se había escapado de azkaban y su simple fuga había alterado a todo hechicero o hechicera que supiera el delito que el hombre había cometido. los muggles también estaban advertidos sobre el hombre prófugo.

Charlie y Orion no se preocupaban por aquello. ellos nunca habían conocido a su tío, pero sabían que él no era como todos decían por lo que les contaba su tía Andy.

la mujer, desde que se enteró de la muerte de su primo regulus y de la mujer de dicho black, aceptó sin ningún tipo de problema a tomar la custodia de los pequeños black. los crió como si fueran sus hijos, por lo que ambos crecieron en un ambiente familiar y alejado de la magia, solo hasta que les llegó su carta de Hogwarts.

ambos esperaban impacientes sentados en una vieja banca de la estación. la mujer de cabellos castaños tenía que atender unos asuntos, por lo que dejó a los chicos un rato antes en el andén.

── ¿recuerdas específicamente la descripción que hizo la tía Andy? ── preguntó charlie, balanceando los pies que colgaban del banco.

se empezaba a aburrir estando allí sentada mirando todo a su alrededor. había pensado en contar a las personas que veía pasar, pero pasaban muy pocas y se le volvía aburrido. un suspiro a su lado la sacó de la nube.

── no recuerdo bien ── contestó Orion ── dijo que ahora debía estar muy cambiado, pero que era castaño, alto, tenía cicatrices en su cara y dijo que se llamaba remus no se que.

── ¿lupin? creo que era así ── habló algo dudosa ── el tío snape no mencionó nada de él, la tía dijo que fue al mismo año que él. ── frunció el ceño la rubia.

── lo se, es raro, pero aun mas raro es que sean casi las once y Scorp no haya llegado, los malfoy son muy puntuales. ── se dejó caer al lado de su hermana. Esta bufo ante el cambio drástico de tema, pero aun así no trato de retomarlo.

── Iré a ver si consigo algo para beber, me agarro sed. vigila que winnie no se escape de su jaula. ── se levantó cuando vio a su hermano asentir aburridamente.

se encaminó a ningún lugar en especifico, solo caminaba por la estación mirando para ver si encontraba alguna maquina dispensadora de bebidas. no fue fácil encontrar una que tenga algo que le gustara y que no este tan caro, pero lo hizo. en cuanto la máquina se tragó el dinero muggle, la lata de refresco cayó y la chica la agarró.

empezó a caminar devuelta hacia el andén, pero frenó en seco al ver unos ojos grises intensos mirándola fijamente. dichos ojos provenian de un perro negro y algo grande, lograba mantener la mirada fija en ella por mas que la gente se atravesara por el medio y eso le dio escalofrios a la joven bruja.

Aun así se agachó manteniendo la mirada, de su bolsillo sacó una galleta y la estiro mientras silbaba un poco para llamar la atención del gran perro. el animal no tardó mucho en ir con ella, cambiando su cara de perro loco a una completamente alegre. se comió la galleta en segundos, como si no hubiera comido en días y ella se vio obligada a sacar otras para seguir dandoselas.

le acariciaba la cabeza mientras este movía la cola con felicidad y a su vez comía las galletas.

Miró su reloj y bufó al notar que solo faltaban cinco minutos para que el tren saliera, así que dejó algunas galletas en el piso y después de darle una pequeña sacudida al pelaje del perro, se fue de allí.

Llegando rápido como pudo hasta su hermano. El mayor ya estaba con los malfoy, Charlie hizo una mueca al ver a Draco con cara de fastidio.

Ambos se veían diferentes, estaban creciendo y se notaba más este año. Draco tenía su cara perfilada y su cabello algo largo, como siempre platinado. Estaba más alto al igual que Scorp, al que se le formó una sonrisa de oreja a oreja al verla llegar.

The Last Black. Theodore NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora