10. amore mio

648 44 0
                                    

Otra noche en Hogwarts, otra noche en donde Charlie se encontraba tomando chocolate caliente con muffins en la fría y vacía cocina del colegio. Acordó con los elfos que le avisarían si llegara a andar algún profesor cerca para que tuviera algo de tiempo para esconderse o escapar.

Había comenzado a hacer frío cada vez que caía el sol trayendo la noche a sus espaldas, por lo que estaba con la nariz hundida en su taza dándole sorbos al delicioso chocolate y aferrada a su abrigo para no congelarse. Admiraba lo calmo que permanecía el lugar, el silencio reinaba en todo el castillo y la oscuridad consumía cada rincón del mismo. Aún así, le gustaba muchísimo más cuando estaba lleno de alegres estudiantes revoloteando por todos lados, cuando él murmullo de ellos era incesante y cuando todo tenía más color y vida gracias a la luz del día.

Un rápido y pequeño ruido de chispas se escuchó a su lado y dió un pequeño brinco en su lugar. Su cuerpo se relajó al ver la pequeña figura escuálida de su amigo elfo, Dobby sonrió dulcemente mostrándole sus gigantes y brillosos ojos felices.

── Señorita Charlotte... ── comenzó a hablar con su tenue voz ── Dobby está muy contento de verla.

── Yo también estoy muy contenta de volverte a ver, Dobby. ── sonrió amablemente dejando su taza de lado.

── Dobby también está muy contento de que esté con el señor Harry Potter... ── comentó con su sonrisa aún intacta, pero no se podía decir lo mismo de la de Charlie, aquella bella sonrisa decayó formándose una fina línea en sus labios y una mueca de confusión se apoderó de su cara.

Tan pronto como estaba a punto de abrir su boca para hablar, dicho azabache apareció de la nada en frente de ellos. Tenía una mirada llena de pena y sus mejillas estaban levemente rosas ante la mirada de sorpresa de la rubia.

── lo siento... Pero Dobby ¿Cómo supiste? ── preguntó el chico acercándose al mármol de la mesada frente a ellos.

── Dobby notó cómo se movió el señor. ── le respondió el elfo. Harry asintió comprendiendo y su mirada volvió a Charlie, la cual seguía mirándolo sin entender nada.

── tengo una capa de invisibilidad ── explicó el chico atropelladamente sintiendo como las palabras salieron por si solas de su boca ── no tenia que decir eso, voy a parecer un tonto acosador.

── ¿Quieres un muffin? ── preguntó Charlie tratando de dejar de lado ese tema al ver lo avergonzado que se sentía su amigo ── aún hay de chocolate.

── Dobby puede hacerle un chocolate caliente a Harry Potter si lo desea el señor.

── estoy bien Dobby, solo venia a hablar con Charlie... ── su mirada volvió a ella y a los muffins ── y puede que a comer uno de esos.

── ¿Tú quieres uno, Dobby? ── ofreció la chica mientras que arrastraba el plato de muffins al centro de los tres.

── Dobby tiene que irse, otro día lo pensará. ── el elfo chasqueó los dedos y desapareció dejándolos con la palabra en la boca.

── ¿Siempre desaparece así? ── preguntó Harry con una mueca divertida. Charlie asintió volviendo a sumergirse en su taza.

── siempre ── confirmo segundos después ── ¿Que andas haciendo por aquí a estas horas?

── venía de la cabaña de Hagrid, bueno, eso fue hace rato, pero me quedé vagando. ── explicó el chico tomando asiento en una de las banquetas.

── uhm, oí lo que pasó con su clase y también vi a Draco alardeando en el almuerzo con unas vendas.

── si, pero todo eso fue culpa de él y ahora Hagrid está muy preocupado por lo que le vaya a pasar a Buckbeak. ── habló algo afligido por el gigante y el momento que tenía que pasar.

The Last Black. Theodore NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora