Destinos ﻌ [Chanmin] ☑︎

8

El primer día fue un éxito, no hice el ridículo, pero no logré hablar con nadie, más que con Jeongin, por chat.

La primera semana paso, y poco a poco me adaptaba al nuevo ambiente.

Los días seguían pasando y me atreví a hablar con un chico de cabellera llamativa, Hyunjin, sinceramente había querido hablarle desde el primer día, pero me daba miedo.

Hyunjin y yo nos llevamos bien, rápidamente le tuve confianza, y después hablamos con Changbin, otro gran amigo que tengo y en quien confío.

Poco a poco las cosas parecían tener avance en mi vida, pero algo que no dejaba de hacer, era estar al pendiente de Chan, quien de la nada, había subido cosas tristes y me preocupaba, lo hacía en serio, tenía miedo de que fuera lastimado por aquella persona, así que me arriesgue.

Tomé el libro que compré por él, y ahí estaba su número. Solía tener los números de varias personas a las que quería mantener en contacto, y eso le incluía.

Pensé en mi madre, en lo mucho que había recuperado de ella, pero deseaba hablar con Chan, ayudarlo de otra manera, más cercano, ya que no podía verlo y las redes eran lejanas, por lo que guardé su número y le hablé.

—Hola —le hablé un día saliendo de la escuela.

—¿Seung? Creí que...

—Sí —interrumpí—, pero tomaré el riesgo de hablarte, así podemos hablar más seguido.

Chan era consciente de lo que viví con mi familia, y él estuvo feliz, y eso me ponía feliz.

Pero me estaba arriesgando y aún así, era distante, había ocasiones en las que me mostraba todo lo que hacía, pero de la nada la conversación terminaba y tardaba días en volver a hablarme.

Un día, Hyunjin y Changbin lo notaron.

—¿Y si le dices? —me recomendó Hyunjin.

—Pero ya lo sabe —respondí.

—Y lo de su pareja, ¿ya te ha dicho algo? —Changbin se acercó.

—No, pero siento que paso algo —suspiré—, no me atrevo a preguntar, debe ser algo sensible.

—Pero tú estás aquí sin saber nada, y solo esperando, ¿no te cuesta?

Hyunjin tenía razón, siempre quise evitar ese pensamiento, de sentirme afectado por el tiempo.

—Te declaraste una vez, ¿por qué no lo haces tres veces? —Hyunjin volvió a recomendar—, ví un drama donde el protagonista se declara tres veces y si en las tres lo rechazaba, se rendía, puedes hacerlo tú, así también tú sabes cuanto tiempo puedes seguir esperando.

Lo pensé durante esa hora libre en la Universidad, y así lo hice, escribí de nuevo.

 
Me declararé tres veces con tres textos diferentes, ya he escrito uno, y hoy te enviaré otro.

 
Les resumo el mensaje.

Me contestó. Tenía razón, lo habían dejado, pero no me rechazó ni aceptó, solo me pidió tiempo, necesitaba tiempo para volver a querer a alguien y tener una relación.

Pero yo no buscaba eso, solo quería saber si sentía algo por mí, aunque fuera lógico que no, quería saberlo de él, que me dijera que le gustaba, que me dijera que no sentía nada por mí, solo necesitaba eso, pero acepté su propuesta.

Le dí tiempo, hablabamos de vez en cuando, como siempre, me sentía feliz cuando hablabamos, pero mis días se volvían grises cuando no lo hacía.

Llegó su cumpleaños, preparé un par de cartas llenas de Day6, estuve feliz por eso, pero más aún cuando preparé cantar, le canté por su cumpleaños y lo grabe, para ser la primera persona que le felicitará, le canté aunque estuviera inseguro, era la primera vez que grababa algo para alguien, era mi primera vez.

Quedamos de vernos para ese día, lo ví apresurado, pero me acerqué con entusiasmo, le entregué la carta y un reproductor con mi grabación.

—Feliz cumpleaños, Chan.

—Gracias, Seung.

Pensé que me preguntaría o algo, pero no fue así.

—Lo siento, pero tengo que irme —me dijo y después, solo se fue.

Mi sonrisa desapareció, mi corazón se sintió pequeño y lo ví irse.

Me quedé ahí por varias horas, recordando su rostro, que no decía nada, pensando en todo el esfuerzo y emoción que había preparado, y él solo se había ido.

Camine por ese parque una vez que estuve más consciente, y lo ví, feliz, con su amigo.

Sentí celos, lo acepto, pero en sus manos no ví mi regalo, si no, aquel dulce que le dio ese chico y Chan reía como nunca lo había visto.

Y fue cuando mi corazón sintió dolor, las lágrimas se acumularon en mis ojos y me fuí sin ver más, pero la imagen no se alejó de mí, aún me sigue.

Al final, no era tan importante en su vida como para haber reaccionado por mi regalo, si ese pequeño detalle le fue más significativo, ¿qué significado recibía yo?

Jamás le pregunté y quizá jamás tenga respuesta.