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Era un día tranquilo, realmente lo era, el peruano se encontraba preparando su almuerzo mientras su mejor amigo miraba atento las noticias locales. Ese día Italia y Alemania tenían exámenes así que no podía estar con sus respectivas parejas.

El ruso soltó un suspiro e inclino la cabeza hacia atrás. Extrañaba a su pareja.

Rusia: ¿Ya estarán viniendo?

Perú: Nah, su examen empieza a las 10... Son 10:05 AM. Jajajaja Ru, a penas se fueron hace 20 minutos.

Rusia: Pero ya extraño a mi alemania --Infla sus mejillas frunciendo el seño--

Perú: Oe ya pues, déjalo ser. Más bien ven aquí y ayúdame a pelar las papas.

Rusia: Está bien, al menos te tengo a ti --Suspira levantándose del como sillon--

Iba a apagar la televisión, estaba buscando entre los cojines el control, sin embargo un sonido algo fuerte de un pitido llamo la atención de ambos amigos

Rusia: ¿Eh? --Gira viendo el televisor -- Ah, Perú mira... Es un ¿Mensaje especial?

El peruano se acercó curioso, los mensajes especiales eran extremadamente extraños, eran casi imposible de ver. Se acercó parándose al lado del ruso viendo como la pantalla de la televisión se ponía de color azul entero.

Esperaron unos segundos hasta que unas letras amarillas se asomaron seguido de la voz de un hombre.

"Esto no es un simulacro, esto no es un simulacro.

Informes de distintos rincones del mundo han expuesto una nueva enfermedad, enfermedad de la que aún no se tiene conocimiento completo pero de la que sí se sabe una cosa: Es extremadamente mortal.

Aún no se sabe que lo provocó, solo se conocen los terribles efectos de esta. Por favor, permanecer en casa. No salga.

Está enfermedad es extremadamente peligrosa, su medio de infección aún no se conoce en lo absoluto...

De parte de la OI les deseamos suerte.
Estaremos informando sobre los avances."

La voz se detuvo y las letras desaparecieron por unos 10 segundos, para luego un fuerte pitido.

"Esta es una ordenanza global, está prohibido salir de sus domicilios. "

P

erú: ¿Que? No entiendo mucho, se supone que estamos en cuarentena?

Rusia: Aparentemente, trataré de contactar a Ale y a Italia.

(...)

Era un salón inmensamente grande, sumergido en el silencio, el anciano se paseaba entre las carpetas revisando que nadie hiciera trampa en el examen, todo transcurría con una normalidad tremenda mientras en el mundo algo estaba quebrándose.

Pasos acelerados, ese sonido que los tacones causaban al momento de caminar presurosa. La puerta fue abierta de golpe llamando la atención de todos allí.

No era usual aquello, el catedrático estaba ya listo para regañar a quien sea que se osaba a aparecerse e irrumpir de esa mal educada forma.

Pero al alzar la mirada y ver a la mujer vieron algo fuera de lo común, sus ojos estaban rojos, su piel estaba pálida, tenía sangre bajando de sus oídos.

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