Sam estaba leyendo un libro, casi a oscuras, en la sala de su casa, solo la lámpara del escritorio a su izquierda prendida. Intentaba concentrarse en la historia que leía pero en su cabeza rondaba Gabriel y Kevin, ¿Que estarán haciendo?
Miró su celular en busca de alguna nueva notificación, eran las dos de la mañana, debía irse a dormir antes de extender más el tiempo.
Cuando se levantó del sillón, dejando al libro a un costado, la puerta de su casa sonó, alguien había tocado, no lo suficientemente fuerte como para despertar a Dean, eso seguro.Cuando abrió la puerta, cierto castaño, con las manos enlazadas hacia adelante, se encontraba en la puerta.
—¿Gabe estas bien? - Sam solo esperaba que Kevin no haya destrozado el corazon de su amigo o lo iba a matar.
—Entonces - Se aclaró la garganta - ¿Qué le dice un pez al otro?
Sam se encogió de hombros con el ceño fruncido, no entendía que sucedía
—Nada - Sonrió, achinando los ojos.
El más alto soltó una carcajada por lo bajo y lo dejó pasar.
—¿Puedo dormir con vos hoy? Las cosas no fueron bien.Sam asintió, algo atontado y caminó hasta su habitación con su amigo detrás, se sacó la remera y buscó su pantalón de dormir.
—Avisame si mañana debería matar a Kevin.
—No, no hizo nada. Solo, no funcionó.Una sonrisa se quiso formar en el rostro de Sam, pero no era el momento, mañana lidiaria con eso. Hoy dormiría abrazado a Gabriel.
ESTÁS LEYENDO
Say cheese! ; Sabriel
ComédieSer mejor amigo de Gabriel, no era tarea fácil para Sam, más aún enamorado de él.