𝓕𝓻𝓮𝓮𝓵𝔂 𝓤𝓷𝓲𝓽𝓮𝓭 [𝓖𝓮𝓶𝓮𝓵𝓸𝓼 𝓖𝓪𝓵𝓵𝓪𝓰𝓱𝓮𝓻] 2𝓣

25. "Una Gallagher"

Nickolas.

—Aqui tiene...— dije mientras ponía la taza de café frente a aquel ancianito que desde hace rato esperaba su orden.

—Muchas gracias, jovencito...— me sonrió. Asentí de regreso con una pequeña sonrisa.

—Hola...— escuché tras mío. Volteé. Era Aiden. —Ya quería verte...— siguió. Le sonreí sin mostrar los dientes.  —Necesito decirte algo, podemos ir tras la barra?.- preguntó. 

-Si, supongo que si...- respondí yendo hacia a dónde había dicho para posteriormente entrar tras esta.

—Vi tu mensaje está mañana...— dijo. Le sonreí algo incómodo.

—Olvidé mencionarte eso en la noche cuando nos vimos, en verdad lo siento, aiden.— dije apenado.

—Me hubieras hablado, sabes que no había problemas con traerte temprano...— sonrió.

-No era necesario, por eso te mandé el mensaje, tampoco quería molestar, podía venir en autobús, siempre lo hago...- asentí.

-Bueno, eso no importa ya...- río. -Te compré algo...- sonrió.

En serio... no sé cuántas veces más lo pensaría pero... el no se cansaba de sonreír o que?.

-No tenías por qué hacerlo, es más, cualquier cosa que hayas traído, te lo pagaré... No me gusta eso, yo...- pero entonces, sacó de una bolsa rosa un par de latas.

Me quedé en silencio.

Sodas coreanas.

Eran las sodas coreanas que tanto me gustaban, cómo es que el sabía eso?.

-Yo...- realmente no tenía palabras para decir.

Estaba muy sorprendido para ser sincero.

-C-cómo las conseguiste?... La tienda coreana queda a 4km de aquí, aiden.- mi voz tembló. 

-Eso y más recorrería por ti, nickolas.- dijo mirando mis ojos mientras me daba una pequeña sonrisa.

-Carajo, aiden...- dije aún con las latas en mano. No dejaba de verlas. -Te lo... en serio te lo agradezco pero yo puedo... pagarte al menos parte de la gasolina que usaste para llegar allá, las sodas igual las pagaré, yo...- entonces noté como se acercaba y besaba mis labios..

No iba a mentir. El hecho de que haya recorridos tantos kilómetros para conseguir las sodas habían calado en mi corazón.

Incluso... incluso le seguí el beso.

Y por primera vez...

Lo disfruté, en serio lo hice.

Pero entonces la realidad me golpeó, estábamos en público y lo que menos quería era que se enteraran de nuestra ¿relación?.

Me separé.

-Y-yo... debemos seguir trabajando.- dije nervioso.

-Si... lo sé. Nos vamos juntos hoy?.— preguntó con una sonrisa.

-Si.- dije sin pensarlo.

Entonces sonriendome una vez más, se alejó dejándome ahí. De inmediato, caminé hacia al almacén.

Tomé asiento en una caja y suspiré.

Mis ojos no dejaban de observar las latas en mis manos, en serio me encontraba muy nostálgico respecto a esto.

En mi vida había recibido más de 3 regalos y esto... esto me superaba.

Estaba tan acostumbrado a que todos los regalos, el cariño, el afecto, los abrazos e incluso la atención fueran para Aidan desde que éramos unos niños que... que...