𝓕𝓻𝓮𝓮𝓵𝔂 𝓤𝓷𝓲𝓽𝓮𝓭 [𝓖𝓮𝓶𝓮𝓵𝓸𝓼 𝓖𝓪𝓵𝓵𝓪𝓰𝓱𝓮𝓻] 2𝓣

9. "Culpable"

Aidan

Maldije al ver aquellas escaleras. Eran... tantas.

Suspirando con fuerza y con algo de fastidio, empecé a bajarlas.

—Solo serán 2 semanas... pero no pienso aguantarlas con esa maldita bruja, incluso me recuerda a mi madre...— susurré apretando los labios mientras seguía bajando.

Al estar por fin en la recepción, me sentí aliviado. Una vez que pasé por el corredor, llegué a la puerta. Recordaba haber visto un puesto de revistas afuera, solo que esperaba que a esta hora estuviera abierto.

—Gracias...— agradecí al verlo abierto. Al acercarme el señor solo leía un libro, era más como un kiosko pero... no era tan lindo ni extravagante y siendo sincero, no me sorprendía por el lugar. —Hola... vendes cigarrillos?.— pregunté.

—Claro... de que sabor lo quieres?.— preguntó buscando en una caja. Al verme se quedó estático. —Maldita sea, yo te conozco... eres... eres ese chico de la serie, ah... The umbrella Academy! Si!.— dijo. Yo solo asentí sin ponerle mucha importancia.

No me interesaba hablar con el, solo quería mi maldito cigarrillo.

—Soy un gran admirador... puedes darme tu...— lo interrumpí.

—Puedes darme mi cigarrillo?... lo necesito.— dije sin más, dirigiendole una sonrisa sarcástica.

El pareció decepcionarse un poco pero asintió algo nervioso para luego pasarmelo. Le aventé un fajo de 20 dólares a lo que luego quise alejarme pero el habló siguiendome. Volteé confuso.

—Su cambio!.— dijo extendiendome los dolares pero negué. 

—No te preocupes, se nota que lo necesitas más que yo... quédatelo.— dije sin tacto. El solo bajó la mirada pero agradeció devolviendose al kiosco. 

Suspiré frustrado mientras me sentaba en una banca afuera. Puse los mechones de pelo rebeldes tras mis orejas y busqué en mi abrigo un encendedor. Maldije cuando no encontré.

—Compras cigarrillos y no tienes encendedor?... raro de un fumador.— escuché a lado mío. Alcé la mirada encontrandome a un chico alto.

—Te importa?.— pregunté brusco, alzando mi ceja. Sin más, quise pasar de el pero habló.

—Soy seth.— se presentó. Lo observe con algo de confusión.

Lo miré alzando mi ceja, pero cuando sacó un encendedor de su bolsillo, suspiré irritado.

—Quieres que te lo preste?.— preguntó. Apreté mi mandibula ante su sonrisa socorrona por lo que cuando me lo extendió, se lo arrebaté.

Sin más, encendí mi cigarrillo para luego apresurarme a llevarlo entre mis labios.

—Ten...— se lo devolví e hice el amago de irme nuevamente.