este es un diario donde escribiré sobre mis sueños lúcidos y normales donde no sé que estoy soñando y viajes astrales, contaré mis experiendias desde la perspectiva de una persona que no es experta en estos temas y me gustaría que si habeís vivido a...
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El 17 de noviembre se convirtió en un lienzo de posibilidades oníricas. Durante el día, no paraba de realizar los test de realidad y también me sumergí en la creación de una técnica innovadora para inducir sueños lúcidos y, en un giro fascinante, también diseñada para desencadenar viajes astrales. Aunque aún no había probado mi nueva creación ya que no estaba terminada y no me convencía del todo, la emoción de explorar métodos frescos para adentrarme en el mundo onírico me mantenía embriagado de anticipación. La técnica se esbozaba como un rompecabezas, un enigma que esperaba descifrar en las noches venideras. Al llegar la noche, decidí volver a poner a prueba la técnica que anteriormente había probado sin conseguir llegar a completar todos los pasos de esta ya que aún no había terminado la nueva técnica: el Despertar Inducido a un Sueño Lúcido (WILD) junto con los sonidos binaurales. Con la mente centrada en mantener la conciencia, me sumergí en el sueño y emergí en medio de una ciudad bulliciosa. Al deambular por las calles, algo en el cielo atrajo mi atención. Aeronaves suspendidas pintaban el firmamento, pero algo parecía fuera de lugar. Observé detenidamente y comprendí con un escalofrío que estaba en un sueño lúcido ya que en la vida real era imposible que las aviones estuvieran detenidas en el cielo durante tanto tiempo. Con la certeza de mi estado, exploré la ciudad surrealista que se extendía ante mí. Caminé por callejones sinuosos observando cada edificio y viendo cómo eran muy realistas y entablando conversaciones con personajes pintados por la imaginación onírica. Un giro inesperado me condujo a un encuentro con un grupo de chicas otakus, cuyas pasiones convergían con las mías. La charla animada nos llevó a una parada de autobús, donde compartimos ideas y experiencias en este escenario vibrante y lleno de posibilidades. Sin embargo, como es común en los sueños lúcidos, la experiencia tuvo un final abrupto. Desperté de repente, la transición del mundo onírico a la realidad fue instantánea. Al abrir los ojos, mi primera acción fue alcanzar el móvil. La urgencia de registrar el sueño recién experimentado se apoderó de mí. Abriendo la aplicación de sueños lúcidos, me esforcé por plasmar cada detalle antes de que se desvaneciera de mi memoria.
