-Y dime pequeña, ¿cuál es tu nombre?- Preguntó Adam con cierto tono curioso. Como si se lo fuera a decir.
-¿Como sé yo que puedo fiarme de ti? A lo mejor eres un violador y quieres secuestrarme para después pedir un rescate a Arth... A mi padre.
-Vaya mente más retorcida pequeña...- Y poniéndose delante mía, impidiéndome el paso, se agachó para susurrarme al oído.-Y no necesitaría de violarte, ya que obviamente, estarías encantada, y lo sabes.- Me sonrojé por aquél comentario tan estúpido. El chico era altamente atractivo, pero estoy más que segura de que es como todos los demás idiotas. Eso anula totalmente su atractivo.
-Quítate de mi camino, idiota, voy a llegar tarde por tu culpa.- Le dije en tono hosco y apunto de golpearle, sin razón aparente, me he puesto de mal humor. Que frustración.
-A la orden pequeña.- Y se apartó de mi camino, solo que se giró a la izquierda por una carretera más estrecha, sin decirme una palabra, y pronto desapareció de mi vista.
Suspiré. ¿Por qué me habré puesto de tan mal humor de repente?
Con paso tranquilo, fui por la acera, con la vista en el móvil y la mochila colgando ligeramente de mi otra mano (como apenas llevo nada pues...).
De repente alguien pasó corriendo por mi lado, alguien bastante torpe he de decir, ya que intentó quitarme la mochila (¿era acaso un ladrón? y más importante, ¿debería asustarme o gritar o algo así?) pero en un acto reflejo bastante increíble le puse la zancadilla y el pobre chico cayó de bruces contra el suelo. Me intenté controlar, juro que lo intenté. Pero la escena era demasiado graciosa y se me escapó una especie de risita. Agarré mi mochila y me puse en cuclillas delante del "ladrón", sin saber si sentirme preocupada o asustada.
-Oye...-Dije conteniendo una risa.- ¿Estás bien?- Dije ofreciéndole una mano en señal de ayuda.
El chico, que parecía bastante más mayor que yo, con el pelo negro, enano y de ojos marrones se me quedó mirando, con los ojos muy abiertos y un rasguño en la frente. Parecía más asustado de mi, que yo de él.- Oye..- Volví a intentar hablar con el. Pero se echó hacia atrás asustado.
-N-No. No te me acerques. Se lo que puedes llegar a hacer, a mi no me engañáis, estáis por todas partes.-Y se levantó alejándose poco a poco de mi, para acto seguido darse la vuelta y echar a correr, no sin antes gritarme algo que me parece poco...objetivo; -¡Bruja!
Sin moverme, repaso mentalmente los últimos minutos. ¿que demonios acaba de pasar?, ¿Ese tipo raro....me ha llamado bruja...a mi?!
Suspiré.- En vaya pueblo me ha tocado vivir...- Y caí en la cuenta de que el hormigueo en la cadera estaba volviendo, y sentí un cálido aliento en mi cuello. Me giré rápidamente para no encontrarme nada, la calle estaba vacía a excepción de un par de chicos que supongo que iban como yo al instituto, y me miraban furtivamente (¿que demonios pasa con la gente de aquí?). Me estoy volviendo loca...
Después de tres primeras horas bastante raras, en las que llegué a tomar apuntes, me dirigí hacia mi rinconcito en la escalera del otro día, pero al llegar vi que había una pareja besuqueandose, ugh que asco. Y si me fijo, es el tipo de ayer, el idiota. Me doy la vuelta antes de que me vean y con una risita, me dirijo hacia la cafeteria, tengo un hambre atroz. Soy de esas personas que comen y comen y no engordan. Soy taaan feliz (carita sonriente).
Le pido un bocadillo de bacon y queso al encargado y me siento en una de las mesas libres. Y justo cuando voy a ponerme los cascos para perderme en mi mundo, se me sienta al lado una chica alta, mona y delgada, con el pelo medio moreno medio pelirrojo, y parece simpática (¿que se yo?)
-Hola, tu eres la nueva, ¿verdad? Yo me llamo Alysson, Puedes decirme Aly, todos lo hacen. ¿Te has mudado hace poco, no? ¿Ya has desempacado? Tiene que ser un engorro. ¿Que música escuchas?
Yo me quedé perdida por un momento, es dificil seguirla.
-Er.. Si, soy la nueva, me mudé hace prácticamente nada, no tenia mucho para desempacar y...música en general.
-¿Y tu nombre?- Preguntó Aly con una sonrisa, parece demasiado inocente, que mona.
-Katherine, puedes decirme Katy.- Le dije con una débil sonrisa.
-Oh genial, me encanta tu nombre.-Se adelantó para darme un rápido pero apretado abrazo.- recuerdo que leí en alguna parte que la protagonista de algo se llamaba Katy, o algo asi, no me acuerdo muy bien.- Dijo mientras se alejaba.- ¿Quieres salir esta tarde y así te enseño donde está el centro comercial? Te aseguro que te divertirás.-Dijo ella muy animada.
-Oh, claro, no creo que tenga nada por hacer.- Me relajé inmediatamente con ella, así es más fácil, creo que ya tengo una...amiga nueva.
-Oh bien, ¿paso por tu casa después de clases...como a las cuatro?- Dijo sonriente.- Vivo en la casa de al lado, la de la izquierda, no la derecha, allí vive una señora muy rara.- Dijo gesticulando y poniendo cara de espanto para volver a sonreír momentos después.
-Err... Si, está bien.- Dije ofreciéndole una débil sonrisa.
-Siento ser una pesada contigo, se que soy un poco rara, la gente siempre lo dice, si no, mira al rededor, me parece que todo el mundo nos está mirando, y digo yo que tan guapas no seremos. ¿o si?.- Dijo con una sonrisa maliciosa y dándome un guiño.
-Es verdad, desde que llegué la gente no para de mirarme, ¿es que tengo algo raro?
-Aquí pasan cosas raras, ya lo verás.- Dijo bajando el tono y con voz maliciosa y misteriosa. Sentí de repente el cosquilleo en mi cadera, y automáticamente se me fue la vista hacia donde Adam estaba sentado, con un grupo de chicos altos, ¿que demonios tomarán los chicos de aquí para crecer tanto? que me den un poco. Aparto la mirada de Adam y el agradable sonido de su profunda risa... (Madre mía que estoy diciendo... Si, me estoy volviendo loca) Y dirijo mi atención de nuevo a Aly.
-Ya lo voy viendo... Hoy un tipo raro me llamó bruja después de intentar robarme la mochila, y de caerse, fue bastante cómico, tiendo a reírme en momentos de seriedad.- Le dije a Aly como si nada, y su sonrisa menguó un poco. Aunque siguió sonriendo.
Noté como el hormigueo se volvía más intenso y como alguien me tocaba el hombro.
-Hola pequeña desconocida, ¿me dirás al fin tu nombre si te doy algo a cambio?- Dijo con una maliciosa sonrisa.
-Depende de lo bueno que sea.- Le respondí desafiante.
Y sacó una pequeña cajita en la que había una mini tarrina de helado de vainilla con caramelo por encima, ofreciéndomela en la palma de su mano. Yo me le quedé mirando estupefacta.
-¿Como lo sabias, idiota?- Dije entrecerrándole los ojos.
-¿Saber el qué, pequeña?- Dijo con tono angelical y poniendo una demasiado inocente sonrisa.
-Que es mi preferido. Dímelo, idiota.- Otra vez estaba poniéndome de mal humor, uf por dios. Noto como Aly me mira con interés y le dirijo una sonrisa calmándome.
-¿Quién sabe....?- Dijo con tono misterioso. Y acto seguido me apartó el pelo a un lado de mi cuello, y acercandoseme me susurró; -Dímelo pequeña...- Y lo dijo con una voz tan...convincente, y segura, y yo simplemente no podía negarme. Quería replicar pero... Agh ¿que demonios me pasa?
-Katherine, katy, como quieras.- Le dije algo brusca.
-Entonces...- Dijo aún en mi oído, ajeno a todo lo demás.-Entonces seguiré llamándote pequeña, Katy.- Me acarició el cuello al alejarse lentamente, y un escalofrío me sacudió, intensificando la sensación de mi cadera. Vaya día...
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Sway.
Fantasi¿Quien dijo que ser nueva en un instituto...era algo malo? Porque bueno... mejor pregúntamelo después.