𝗜 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗬𝗼𝘂 𝗔𝗹𝘄𝗮𝘆𝘀 𝗙𝗼𝗿𝗲𝘃𝗲𝗿 ʰᵃᶻᵉˡ ᶜᵃˡˡᵃʰᵃⁿ

capítulo seis

—ENTONCES... TU ROPA INTERIOR es de Hazel, eh.

—¡Estaba adormilada y no sabía lo que decía! —respondió a Brittany, quien río a carcajadas.

Se dirigían a donde va a ser la venta con las chicas del club.

Al llegar, Brittany e Isabel bajaron del auto mientras Freya terminaba de estacionarse y bajaba con una caja de chocolates en mano; al llegar al lugar, se dirigió con Hazel.

—Hola, — se agachó y dio un beso en la mejilla de Hazel— preciosa. Te traje tus chocolates favoritos.

—¿Jeff es el nombre del novio de Isabel?

—Si, linda. Tienes tus cordones desatados.

Freya empezó a amarrar los cordones de los zapatos de Hazel mientras ella quitaba la envoltura de un chocolate.

—Pensé que era su apodo y PJ me dijo-...

—Sólo le dije que es su nombre pero no me creyó. —se apresuró a decir, recibiendo una mirada confundida de Hazel.

—Pero me llamaste... cómo sea, gracias por los chocolates.

—No es nada, linda. ¿Quieres que vayamos a caminar?

Hazel asintió y se levantó junto a la rubia para después empezar a caminar en otra dirección.

—Frey... si te digo algo, ¿no te molestas?

—Cuéntame. No me molestaría contigo nunca.

—Uhm... PJ me llamó idiota y ellas dos...

—¿Ellas dos? ¿Josie y PJ?

—Olvídalo, no es importante.

—Todo lo que digas es importante para mi, linda. Pero si no quieres contarme, está bien. Volviendo al tema, ¿la estúpida de PJ hizo qué?

—Me dijo idiota, "Jeff es su nombre, idiota". —imitó la voz de PJ.

—Mi niña... —Freya abrazo a Hazel y le dio un beso en la mejilla para después entrelazar sus manos y seguir caminando.

FREYA Y HAZEL ESTABAN en la habitación de la rubia "trabajando"

Ambas acostadas en la cama de Freya, Hazel apoyada en sus codos y Freya sentada encima de sus propias piernas, ambas con una mano libre para tomar el rostro de la otra.

Freya se acomodó arriba de Hazel para poder seguir besándola más cómodamente. Era un beso lleno de amor.

Freya se separó y se quedó sentada arriba de Hazel, y la de cabello corto puso sus manos en la cadera de Freya.

La habitación de Freya quedó en silencio y Hazel empezó a hablar. —¿Quieres mostrarme esas fotos de Venecia?

Freya asintió sonriente y se estiró hacia el mueble a un lado de su cama, dejando que Hazel admire su cuello, pues quedaron bastante cerca.

La rubia se acomodó al lado de Hazel, pero Hazel se acercó y recostó su cabeza en el pecho de Freya, haciéndola reír un poco.

Empezó a mostrarle fotos de su viaje a Venecia y cuando terminaron salió una foto del año pasado en su escuela.

—¿Hace cuánto no la usabas?

—Uhm... siendo honesta, tenía una condición para ésta cámara, pero perdí mi esperanza y la use en mi viaje a Venecia.

—¿Cuál condición?

—Mira todas las fotos.

Hazel se dedicó a ver las fotos de la cámara y no se daba cuenta de nada.

—No veo nada fuera de lo común. —dijo confundida.

Freya empezó a señalar en las fotos.

—Soy yo, ¿y qué?

—Quería que estuvieras en todas las fotos. —explicó Freya—. Pero dejamos de hablar y... ya sabes.

La rubia se levantó y se alejó un poco de la cama para poder tomar agua de su botella.

—Oh...

—¿Puedo saber por qué? digo, si no quieres decirme no tengo problema pero, me gustaría saber la razón.

—Eh, pensé que ya lo sabías. Me gustas.

Freya sonrió embobada por el sonrojo de Hazel después de confesar que le gusta. —Tú también me gustas.

—¿Sí?

—Mjm. —se acercó a la cama hasta quedar a su lado y se subió a horcajadas en Hazel—. Pensé que te había quedado claro cuando nos estábamos besando.

Hazel iba a hablar pero los labios de Freya sobre los suyos la interrumpieron.

Ambas siguieron besándose como si estuvieran en una película del romance más cursi que existiera.

HAZEL Y FREYA ESTABAN intentando alcanzar a Isabel, quien iba bastante molesta directo hacia Jeff. Cuando la alcanzaron ella ya estaba con Jeff.

—¿Estás teniendo sexo con la señora Callahan?

—Cariño, estás hermosa. —dijo Jeff, cambiando de tema—. Como, increíblemente caliente. ¿Cómo... cómo estás?

—Mal. ¿Estás teniendo sexo con ella? —preguntó molesta.

—Estoy... estoy... ayudándola con sus impuestos.

—¿No estás en álgebra de octavo? —preguntó Hazel.

—No puedo responder esa pregunta porque yo... no sé leer.

—Increíble. —dijo Freya con sarcasmo.

—¡Te lo está preguntando en la cara!

—Mierda, eso suele funcionar.

—¿Me estás engañando de nuevo?

—¡Bebé, no! ¡No! No, ¿por qué... por qué haría...? Eso fue una vez con tu hermana, sólo una vez, dos, cuatro veces. No, nunca te engañarla otra vez, ¿sí? Te prometo que no me estoy acostando con ella.

—Literalmente te vi ayer.

—¡Cállate, nerd! ¡Me cogí a tu madre!

Freya estaba tratando de no acercarse a golpearlo sólo porque sabía que Isabel iba a darle su merecido con palabras.

—Mmm...

—Espera. —se quedó pensando Jeff.

—Sí, hemos terminado.

—Isabel...

Isabel se dio la vuelta y empezó a caminar mientras todas las chicas del club la seguían.

—Me vengaré. Voy a coger con algunos jugadores. Y me voy a comprar un arma.

—Claro que sí. —animó Sylvie—. Buscaré la de mi padrastro. ¿Qué tal si, por ejemplo, tiramos huevos?

—Sí, y podemos tenerlos sin refrigerar y malolientes. —dijo Annie. Todas las chicas del club las estaban viendo—. Oh, podríamos cocinarlos y estar como... "Estás cocinado".

—Sí.

—¿O qué tal una bomba? —preguntó Hazel, haciendo que todas se detengan. Freya que estaba a su lado se le quedó viendo confundida—. Como una... una bomba súper pequeña. Quiero decir, son súper fáciles de hacer, y puedo ponerla debajo de su coche, y puede ser una distracción.

—Sí, Hazel, hagamos terrorismo.

Hazel asintió y todas las chicas siguieron caminando.

—¿Desde cuando sabes hacer bombas? —preguntó Freya sorprendida.

—Uh... hace unos años. ¿Es malo?

—Es... sorprendente. —se acercó a susurrar al oído de Hazel—. ¿Es extraño que me parezca caliente?

Freya se alejó y entrelazó sus manos para empezar a caminar, dejando a Hazel sonrojada.