𝗜 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗬𝗼𝘂 𝗔𝗹𝘄𝗮𝘆𝘀 𝗙𝗼𝗿𝗲𝘃𝗲𝗿 ʰᵃᶻᵉˡ ᶜᵃˡˡᵃʰᵃⁿ

capítulo nueve

—¿QUÉ PELÍCULA QUIERES VER? —preguntó Freya, mientras prendía la televisión.

—La que tú quieras. —dijo Hazel, apoyada en el marco de la puerta mientras veía embobada a Freya.

Freya la volteó a ver para darle opciones de películas y al ver la forma en la que Hazel la veía se sonrojó y se volteó.

—¡No te voltees! —dijo la de cabello corto mientras reía— Te ves muy bonita de rojito.

Hazel empezó a acercarse a Freya.

—¡Basta! —dijo la rubia, sonrojandose aún más.

Al estar Hazel cerca de Freya la abrazó por el cuello y Freya puso sus manos en la cintura de Hazel.

La de cabello corto empezó a repartir pequeños besos por las mejillas de Freya y ella solo se dejó.

Freya empezó a caminar hacia la cama y Hazel cayó sobre el colchón y Freya sobre ella.

—¿Por qué estás tan romántica?

—¿Mmm? ¿No puedo querer darte besitos? Si no te gustan mis besitos me puedo ir al otro lado del cuarto para que no me tengas que aguantar.

—Ja, ja, ja. —Freya hundió su cabeza en el cuello de Hazel y empezó a dejar besos.

Hazel abrazó su cintura fuertemente e hizo su cabeza hacia atrás para que la rubia tuviera más espacio. Freya fue subiendo de su cuello a su mandíbula hasta llegar a sus labios.

—Me encantan tus ojos. —dijo Hazel una vez que Freya se alejó.

—A mi me encantas tú.

—¿Te casarías conmigo?

—Primero pídeme que sea tu novia y después veremos si nos casamos. —dijo Freya mientras se acomodaba en el regazo de Hazel para quedar sentada y que Hazel la tomara por la cadera.— Peeero, si ya tienes un anillo por ahí... pues que esperamos.

Hazel rió y empezó a acariciar la cadera de la oji azul, haciendo que esta entreabra su boca y mire mal a la chica que tiene abajo.

—¿Qué pasa? ¿No te gusta? —preguntó Hazel al ver que la miraba mal.

—Tú sabes que sí.

Hazel sonrió y jaló de la blusa a Freya para que quedara acostada encima de ella, se empezó a acomodar y al final terminaron acostadas como cucharita, cara a cara.

—¿Quieres dormir? —preguntó Freya mientras acomodaba hacia atrás el cabello de Hazel.

Hazel sólo asintió con los ojos cerrados, mientras sentía como la rubia delineaba su nariz con su dedo indice.