capítulo cinco

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HAZEL Y FREYA NO habían hablado en todo el día, ni siquiera se habían dirigido la mirada.

La rubia le contó a sus amigas lo que pasó con la condición de que no vieran a Hazel como la mala.

En ese momento las chicas estaban yendo hacia el gimnasio.

—¿Pasa algo? ¿Por qué te ves tanto en el espejo? —preguntó Brittany a Freya.

—Uhm... pensaba cortar ni cabello.

—Eso... sería un cambio muy fuerte.

—Mhm. Hasta los hombros. ¿Cómo crees que me vería?

—Bien. Te ves bien con todo, cariño.

Freya sonrío y entraron al gimnasio y se sentaron en el piso a esperar a que llegaran todas.

—Entonces, —empezó Josie— sabemos que el club ha sido un lugar donde podemos sentirnos empoderadas físicamente, pero también pensamos que podría ser un espacio seguro y un lugar donde podamos abrirnos y hablar de nuestros sentimientos.

—Bien, ¿a quién han abusado? —preguntó PJ y al ver que nadie levantaba la mano volvió a hablar—. Sólo, ya saben, levanten la mano. Cualquier tipo de abuso cuenta.

Todas las chicas levantaron la mano, incluso Freya.

—Todo el mundo conoce la situación con mi padrastro. —habló Sylvie—. Está obsesionado con las noches de cine de los viernes. Quiero decir, Dios, lo entiendo, eres mi nuevo padrastro, pero... mierda, como sea

—¿Saben? cada vez que llamo a la policía sobre mi acosador, me dicen que rellene un formulario en línea. Y entonces el formulario me dice que llame, así que llamo y dicen que no pueden involucrarse hasta que intente matarme. Y sigue diciendo que lo hará...—dijo Stella-Rebeca—. Pero eso no cuenta. Así que, es como, molesto.

—Me ha pasado, a todas nos ha pasado.

Brittany empezó a hablar, llevándose la atención. —Bueno, he sido atacada, como, un millón de veces, pero me molesta más que todo el mundo me conoce por ser bella y popular y nadie sabe que en realidad soy inteligente y super motivada. ¡Literalmente tengo un negocio de joyas y nadie habla de ello! —Todas las chicas se quedaron calladas— ¿Ven?

—Bueno, —empezó Hazel— desde el divorcio de mis padres, mi madre ha estado con esta, como, crisis de la mediana edad. No sé cómo me siento con eso, ¿saben? Ha sido muy, muy oscuro. Esto ha sido muy significativo para mí, como, conocer gente nueva que realmente quiera, como, conocerme.

Eso en verdad le había dado ganas de llorar a Freya, su "amiga" está mal y ella nunca pudo hacer nada.

—Quiero volver a Brittany un segundo.

La rubia intentó levantarse, siendo detenida por un abrazo de Brittany. Rodó sus ojos y recibió un pequeño golpe en el hombro por parte de Brittany para empezar a hablar.

—Concuerdo con Brittany. Las personas nos conocen y hablan por ser bonitas y populares, pero olvidan o ignoran hechos sobre nosotras. Soy lesbiana... esta es mi cuarta salida del closet.

Las chicas se sorprendieron y Sylvie se acercó a abrazar a Freya, quien recibió bien el abrazo y susurró un gracias.

Gracias a Brittany por haberla golpeado para que hablara, pues se sintió bien haberlo dicho.

Gracias a Sylvie por abrazarla, lo necesitaba.

Todas siguieron hablando, pero la mirada de Hazel seguía en Freya.

Dieron por concluida la sesión y Freya pensaba en ir con Hazel a hablar, pero no quería incomodarla. Y, como siempre, Brittany queriendo que sus dos amigas enamoradas estén juntas, empujó a Freya hacia Hazel.

—Uhm... yo solo quería decirte que... siempre eres bienvenida a mi casa, ¿sí? y... eso. Sólo eso.

Hazel asintió y tomó sus cosas para irse.





FREYA ESTABA COMIENDO EN su habitación y escuchó un grito por parte de su hermana. Bajó las escaleras y vio a Hazel aguantando las ganas de llorar.

Fue rápidamente a abrazarla. —¿Todo bien, corazón? —preguntó mientras acariciaba su cabello.

Hazel negó y señaló arriba con sus ojos, la rubia le pidió a su hermana que no las interrumpiera.

Al llegar arriba, Hazel se tumbó en la cama de Freya a llorar, a llorar por como la trata PJ, por el tema de su madre, por lo que pasó el día anterior con Freya, por todo.

Freya se recostó a su lado y Hazel se volteó, quedando cara a cara, y la abrazó rápidamente; Freya empezó a hacerle caricias en el cabello, nuevamente.

—Pe-... rdon. —sollozaba Hazel.

—No te disculpes, cariño. ¿Pasó algo en tu casa?

Hazel puso una almohada en su rostro y grito para después volver a abrazar a Freya.

—Mi niña...

—¿Me pu... e... do quedar a... d- dormir?

—Claro que sí, preciosa. Mi familia te ama, de ser por nosotros, quédate toda la vida.

Hazel sonrió y dejó que Freya le hiciera caricias hasta dormir.





ERA DE MADRUGADA Y Hazel escuchó la voz de Freya.

—No voy a venderles mis... ajá, a los hombres que vea, que asco.

Hazel se tallo los ojos y, al estar ya arriba de Freya, sólo se incorporó y quedó sentada.

—Perdón, linda. No quería despertarte. —dijo alejándose del teléfono.

—¿Qué quieren que vendas? —preguntó adormilada.

—Uhm, mi ropa interior.

Hazel vio feo el teléfono y se lo arrebató.

—Su ropa interior son solo para mi, me pertenecen. Ahora, déjennos dormir.

Hazel colgó el teléfono y volvió a acomodarse, dejando a Freya sonrojada.

𝗜 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗬𝗼𝘂 𝗔𝗹𝘄𝗮𝘆𝘀 𝗙𝗼𝗿𝗲𝘃𝗲𝗿 ʰᵃᶻᵉˡ ᶜᵃˡˡᵃʰᵃⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora