𝐏𝐋𝐀𝐘𝐈𝐍𝐆 𝐆𝐀𝐌𝐄𝐒 || 𝗠𝗮𝗹𝗲!𝗧𝗼𝗽

Choso Kamo

Choso Kamo || Jujutsu Kaisen 

Choso siempre hacía los sonidos más lindos durante el sexo. Era un hombre muy doméstico y sencillo, la mayoría de las veces le pedía en voz baja al mayor que apagara las luces antes de continuar con lo que estaban haciendo, aunque los dos, tanto Choso como Yushiro sabían que la oscuridad de la habitación hacía poco para ocultar el rubor que se posaba adorablemente en sus mejillas. Su boca abierta en un movimiento involuntario, sus lindos labios rojizos e hinchados o cómo su polla se movía ante las sucias palabras del ojigris. Por lo general, le gustaba mirar al azabache a la cara durante el sexo y se sonrojaba como un virgen cuando el más alto intentaba algo a la luz del día. Y luego de que uno de los vecinos se quejará del ruido, Choso no sólo empezó a evitarlos, también empezó a tener una costumbre que el tanto como Yushiro odiaban:

Empezó a intentar estar lo más tranquilo posible en la cama.

Yushiro claramente no estaba para nada contento con eso, le encantaba escuchar los quejidos del oji marrón, suplicando por más, ver sus lindas lagrimas y sus ojos brillosos por la lujuria, Maldición, le encantaba joder el lindo culo de su tímido esposo. Fue difícil escuchar cualquiera de los gritos a lo bajo o gemidos que su novio hizo cuando lo follaba exactamente como él había querido durante todo el día durante el cual trató de mostrarselo al mayor con los ojos; nunca fue una tarea difícil, considerando que Yushiro siempre estaba como un jodido animal en celo, Yushiro siempre tenía ganas de tenerlo debajo de su fornido cuerpo, en cualquier momento.

Lo que sonó como un gruñido llegó a los oídos del mayor, amortiguado por la almohada que Choso abrazaba contra su cara.

Los dedos del pelinegro se clavaron en sus delgadas caderas, el anillo se hundió en su piel de una manera que debería doler y los pulgares presionaron con fuerza sobre los huesos nudosos, Yushiro lo empujo hacia él con cada embestida, tan fuerte que cada vez que sus muslos y su trasero se encontraban, una punzada de dolor recorrió los sentidos del oji gris.

En la poca luz, su largo cabello se mezclaba con la oscuridad y la sombra del hombre mayor caía sobre su torso. Los dos estaban completamente desnudos, piel con piel, e incluso se había descartado el uso de condón cuando comenzaron una relación, follandolo crudo y sin restricciones, sentir las deliciosas y calientes paredes de Choso en su polla.

Le gustaba tenerlo así, Oh joder por supuesto que a Yushiro le encantaba tener a su nivio así, sin barreras entre ellos, crudo, desordenado y mojado. A Choso también le gustó, aunque nunca lo dijo en voz alta, Yushiro lo sabía.

A Choso le gustaba cuando el mayor se corría dentro de él. Lo dejó sintiéndose usado, sucio y perteneciente a el. Era otra de esas cosas que sería difícil lograr que admitiera, pero eso también estaba bien.

"Estoy cerca." La rasposa voz de Yushiro por la lujuria llenó el aire viciado de la habitación, su aliento saliendo humedo, la habitación olia a sexo completamente y parecia el mismo infierno.

Todas las ventanas estaban cerradas y las cortinas corridas, tanto la puerta de entrada como la del dormitorio estaban cerradas con llave, lo que dificultaba la circulación del aire. La idea de ser atrapado durante el sexo por alguien era mortificante para Choso hasta el punto de que ni siquiera le gustaba que usaras el escenario como una charla sucia.

Lo del hermano mayor, concluiste, incluso si hoy solo Yushiro y Choso estuvieran solos en casa.

Los nudillos de Choso se pusieron blancos cuando agarró la almohada, con tanta fuerza que resonó el sonido del desgarro, y el anillo dorado del anillo de bodas brillaba incluso en la oscuridad en su dedo. Su agujero se apretó al alrededor del grosor del mayor, ayudando a que la hirviente sensación de placer se acumulara en su estómago.