𝐏𝐋𝐀𝐘𝐈𝐍𝐆 𝐆𝐀𝐌𝐄𝐒 || 𝗠𝗮𝗹𝗲!𝗧𝗼𝗽

Tomioka Giyuu

Giyuu Tomioka | Kimetsu no Yaiba

Giyuu se retorció, su espalda presionada firmemente contra su lavabo de porcelana de una manera enfermizamente dulce, el placer comenzaba a superponerse al dolor.

Tragó un grito ahogado y se llevó la palma de la mano a los dientes para amortiguar sus propios ruidos indecentes. "¡Joder! D-deja de bromear... por favor" Suplico dulcemente el pelinegro hecho un desastre.

Una risa resonó encima de él, seguida de un ruido resbaladizo que hizo que su pierna se moviera con anticipación. Se sacudieron ligeramente, aumentando la tensión desbordante en sus músculos. Agarró los bíceps del ojigris, clavándose las uñas hacia adentro para evitar caer. "¡Shiro!" En un lindo gemido prronuncio su nombre el ojiazul.

Yushiro se río entre dientes, separando más sus dedos para insertar un tercero, "¿Sí, Sr. Tomioka?"

Sus ojos se pusieron en blanco levemente, las paredes se tensaron alrededor de la polla de Yushiro, casi como si no quisiera que el mayor se moviera. Como si... lo quisiera dentro de él para siempre; delante de su marido, en público, con su familia, en el trabajo, en todas partes.

Yushiro sonrio, acercando sus dedos a al borde de la hinchada entrada del mas bajo, rodeando el músculo palpitante antes de golpear ligeramente con sus dedos contra él.

Sus piernas volvieron a vacilar, temblando mientras sus dedos dejaban rayas escarlatas que recubrían la espalda del ojigris. "¡P-por favor...! Te necesito, necesito tu polla... mfmgh... Shiro... Cielo..." La voz del pelinegro menor pendía de un hilo, escuchándose aguda y suplicante, perdido por la verga del mayor.

Yushiro lo beso, envolviendo ambas manos alrededor de su espalda baja para dejarlo fuera del fregadero. respondió rápidamente, envolviendo sus piernas temblorosas contra su cintura, frotandose con fuerza contra la polla aún cubierta.

El azabache aonrió durante el beso, presionándo contra él por un segundo antes de alejarlo, jugueteandoy desesperando al ojiazul. Él reaccionó rápidamente, bajando sus caderas para encontrarse con las del mas alto, enviando electricidad volando con gracia entre ellos dos.

Yushiro rompio el beso, jadeando ligeramente. "Giyuu", arqueó la espalda, frotando la polla entre los marcados abdominales del Yushiro mientras grandes cantidades de líquido preseminal se filtraban de su punta. "Oh, vamos, me llamaste, ¿recuerdas?" Se río entre dientes, mordiéndote el labio antes de continuar, "Vamos Giyuu, sé que lo quieres... se que deseas mi polla."

Él asintió desesperadamente, su pene se movía violentamente. Los afilados ojos grises lo miraron, bebiéndose de cada uno de los rasgos del menor, era tan hermoso. ¿Cómo pudo su marido renunciar a todo esto? "Dios, eres tan jodidamente bonito". Se sonrojó, volviéndose del mismo color que su punta.

"¿Sabes cómo agradecerme realmente?" Haciendo una pausa, la raposa voz del mayor se filtro en los oídos de Giyuu, envolviendo una mano alrededor de su punta, "Correte para mi". Ante el tono demandante del mayor, Giyuu jadeó, empujando la palma del más alto sin cesar.

"¡Y-yo no puedo! ne... ¡necesito tu polla! ¡por favor!"

"Puedes hacerlo. Vamos, Giyuu, muéstrame cuánto lo deseas".

Yushiro se desabrocho el cinturón, metiendo la mano entre sus pantalones para masturbar su polla, moviendo su mano de arriba hacia abajo, gruñiendo ante la sensacion, girando el cuello ante el placer instantáneo. "Joder, príncipe, quiero mostrarte todas las cosas que tu marido no puede, pero... tienes que correrte para mi." Demando con una sonrisa ladeada el más alto.

Giyuu tragó saliva, su punta rojiza y algo hinchada, ni siquiera completamente erecta, ya estaba tocando su espalda. sintió el placer correr por sus venas, una sensación de ardor en la base de su polla.