-Seven-

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Todo el mundo se va después de recoger a sus hijos y Vegas va directo a checar a Benz. El sigue durmiendo como si todo ese griterío jamás hubiera sucedido. Vegas siente un tirón en su corazón porque es justo como él. Pete tenía que arrastrarlo fuera de la cama para ir a clases, y cuando uno de los niños lloraba, Pete tenía que golpearlo en algún lugar para levantarlo. "Tu puedes dormir incluso durante una tormenta, lo juro" Pete siempre solía decirle con amor.

Vegas deja la puerta casi abierta y va hacia el cuarto de Syn. El esta llorando en su cama mientras Venice le habla suavemente. Vegas se queda ahí, escondido detrás de la puerta para tratar de escuchar lo que estaba diciendo.

"¿Papi y papá se odian?" Syn llora, abrazando a su león de peluche como si la vida dependiera de ello.

"No, por supuesto que no" Venice dice suavemente "¿Recuerdas como yo y Kanya a veces peleamos?" Syn asiente y suspira "Es algo así. Pero nosotros aún nos queremos mucho"

"¿Pero por qué Papá besó a ese otro hombre y no a Papi?" pregunta Syn como si hubiera sido traicionado. Venice se queda quieto por un momento y sacude su cabeza.

"Realmente no lo sé, amiguito"

"¿Papá se va a tener que ir?" dice Syn triste.

"No, no lo creo. Papá aún nos ama, así como lo hace Papi" dice Venice.

"¿Van a seguir gritándose?"

"No lo sé, Syn. Vamos, tienes que dormir"

"Okay" Syn suspira. Venice lo arropa y besa su frente y Vegas siente como si fuera a caer en sus rodillas a llorar. Venice es un mejor padre a sus quince años de lo que Vegas lo ha sido en un tiempo. No puede dejar que lo vean ahí, así que camina hacia el cuarto de Mali para revisarla. Mali ya esta en su cama y Kanya le esta leyendo una historia. Mali no había querido que le leyeran una historia desde hace un tiempo, pero Vegas cree que toda esta pelea y gritos merecen algo que la calme un poco para que duerma. Vegas es un cobarde, obviamente, porque no entro tampoco a esa habitación. El va directo a la suya y encuentra la puerta un poco entreabierta, por los niños, piensa el moreno. Entre más se acerca escucha pequeños sollozos desgarradores y respiros temblorosos. Quiere entrar y envolver sus brazos alrededor de él y disculparse, pero Pete lo odia, y Vegas ni siquiera puede creer como pudo engañar a Pete. Esta como si quisiera tirarse a sí mismo por las escaleras porque apenas sabe que está arruinando su familia entera, no solo su relación con Pete.

Así que baja las escaleras y limpia el gran desastre que los demás dejaron. Eso no va a contentar del todo a Pete, pero piensa que es un buen comienzo, por lo menos. Pete se va a llevar una agradable sorpresa cuando se levante y encuentre todo limpio. Una vez que todo se ve limpio, Vegas se acuesta en el sillón y tira una manta sobre sus piernas. Piensa que no merece dormir en la habitación de invitados. El no se merece una buena cama, el ni siquiera se merece el sillón, pero bueno.

Se queda mirando el techo y espera un momento al menos hasta que le de sueño, pero eso no pasa nunca. Se siente demasiado ansioso y con culpa para si quiera cerrar los ojos por mucho tiempo. Tiene pensamientos acerca de Pete bajando las escaleras y apuñalándolo en el pecho, lo que, por supuesto no va a pasar, o al menos no cuando los niños siguen en la casa, pero aún así todavía se preocupa. Se pregunta por un momento si Pete lo sigue amando. Si los roles fueran cambiados, Vegas estaría arruinado. El ni siquiera puede pensar como sería la situación si Pete le hubiera sido infiel, pero el sabe que Pete nunca haría algo como eso, y  ahora él ni siquiera sabe porque hizo una cosa tan estúpida.

(...)

En la mañana, el sol apenas y entra por las ventanas, pero Vegas ya no se puede quedar acostado un rato más, así que se levanta y comienza a preparar el desayuno. No lo ha hecho en meses, y esta seguro de que los niños lo extrañan. El siempre hace sus famosos panqueques con chispas de chocolate con un poco de nutella escondida dentro y decorados con fresas. Esa fue la primera cosa que Vegas le preparó a Pete, reconocidamente.

This House No Longer Feels Like HomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora