-Eighteen-

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Vegas puede sentir su corazón latiendo como un martillo en su pecho, sus nervios en fuego, su cerebro acortando todos los pensamientos coherentes. El solo quiere a Pete, quiere olerlo y besarlo y follarlo y acurrucarse con el y tocarlo y amarlo de la manera correcta. Él se merece todo el amor del mundo, y Vegas no pudo hacer su trabajo, el trabajo por el cual el fue puesto en la tierra, el trabajo que él le prometió a su esposo que haría por siempre el día que dije ron "Acepto ".

"Ven aquí" murmura Vegas suavemente, tirando de las caderas de Pete hacia él, agachándose y besándolo con amor, esperando a que Pete envuelva sus brazos alrededor de su cuello. Lo hace después de un momento de vacilación, tirando de él hacia abajo y besándolo, besándolo de la manera en la que se solían besar: con amor y pasión y el sentimiento de pertenecerse el uno al otro.

"Vegas" Pete murmura en su boca, el apodo lindo que él dejó de utilizar por tanto tiempo. Siempre utilizo su nombre completo cuando él lo necesitaba, ahora ha vuelto a esto. En su segunda cita, Pete se quejó de que Vegas no tenía buenos apodos, y después él empezó a llamarlo Vegas y V en diferentes ocasiones. Vegas nunca le dijo que se detuviera.

"Estoy aquí, estoy aquí" dice Vegas suavemente, separándose y sosteniendo la cara de Pete en sus manos, acariciando sus mejillas. "Te amo muchísimo. Te amo, te amo, nunca lo olvides."

"Lo sé" Pete dice quietamente contra sus labios. "Sé que lo haces."

"Muchísimo" dice Vegas ahogado, cayendo en su cama y tirando a Pete con él.

"Lo sé" dice Pete de nuevo, subiéndose en su regazo y besándolo. "Lo sé."

"Pete" dice Vegas, haciendo círculos con sus caderas. "No quiero a nadie más que a ti, nunca."

Pete pausa por un momento, sus manos trabajando en los botones de Vegas. Mira hacia abajo y le cierra los ojos por un momento. Vegas puede verlo temblar un poco. Él envuelve sus dedos alrededor de las muñecas de Pete, frotando los huesos que sobresalen.

"Lo sé" dice Pete finalmente. "Nunca."

 "Te amo" dice Vegas suavemente .

"Sé que lo haces" dice Pete de vuelta.

"No quiero que lo olvides. No lo dije las suficientes veces antes. Lo estoy diciendo ahora. Quiero que lo sepas"

"Sé que si" dice Pete de nuevo, besándolo gentilmente. "Te amo también."

Vegas siente como si su corazón se detuviera por un momento, como si un peso se hubiera removido de su pecho. El extraña escuchar eso, esas tres palabras que pensó que jamás volvería a escuchar. Él tira de Pete hacia abajo para darle un largo beso, sin querer dejarlo ir otra vez.

Pete regresa a desabotonar su camisa de nuevo, besando su cuello y dejando pequeñas mordidas. Vegas lo ayuda a sacarla por los hombros, observando a Pete tirarla por algún lugar de la habitación. Las cortinas están sujetas de una manera que dejan entrar un poco de luz de luna por las ventanas, y Pete luce magnifico en las penumbras.

Él le quita la playera a Pete, trazando sus huesos de la cadera y su ombligo. Lo hace suavemente, lo suficiente como para crear piel de gallina. Pete se estremece un poco bajo su toque.

"Eres precioso. Siempre has sido tan hermoso, todos los días" dice Vegas en voz baja.

"¿Incluso cuando estaba embarazado y gordo?" pregunta Pete, sus pestañas proyectando sombras sobre sus pómulos.

"Especialmente entonces. Ya hemos hablado de eso" Vegas murmura, besando la palma de su mano. "Te veías increíble en ese entonces, y te ves increíble ahora"

This House No Longer Feels Like HomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora