-Fifteen-

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Ellos manejan de vuelta a casa en un silencio confortable con sus manos entrelazadas entre ellos. Vegas se mantiene viendo hacia Pete un poco y robando miradas, sonriendo suavemente y apretando su mano.

Cuando regresan a la casa vacía Pete agarra su mano y le regala una sonrisa gentil, mordiendo su labio.

"¿Quieres ir arriba?" pregunta Pete suavemente. Vegas se agacha un poco para besarlo una vez, lento y suave.

"¿Alguna vez he dicho que no?"

Pete los conduce hacia arriba, los lleva hasta su habitación y los sienta a ambos en la cama. El castaño lo besa suavemente y sonríe.

"¿Te acuerdas de nuestra primera vez?"

"Nunca la olvidaré" susurra Vegas de vuelta "Uno de los más increíbles días de mi vida. Siempre fuimos muy buenos juntos"

"Definitivamente" sonríe Pete "Hemos hecho de todo juntos, creo. No creo que haya algo que no hayamos intentado"

"Si, creo que tienes razón"

"Eso no... ¿te pone triste? ¿Qué ya no tengamos nuevas cosas para intentar?"  pregunta Pete.

"Nunca. Cada vez es como la primera vez contigo, bebé. Siempre se va a sentir de esa manera para mi, no importa que. Tu eres mi todo y si, intentar nuevas cosas fue divertido, pero ahora lo sé todo sobre ti. Nadie más puede decir eso, Pete. Sé exactamente lo que te gusta y lo que no, lo que te hace temblar y lo que te hace llorar de placer. Amo saber todo eso y estar tan cerca de ti. Hemos hecho todo juntos y nada va a cambiar eso."

"Vegas"  respira Pete, lanzándose en su regazo y besándolo con fuerza. "Te amo, te amo."

"Dios, bebé, te amo muchísimo" dice Vegas en sus labios. "Oh, te amo."

Pete no lo había dicho aún, y ahora ahí esta, dicho y hecho y su pecho se siente mucho más ligero. Vegas lo pone en la cama contra su espalda y lo besa, sus lenguas jugando en todas las maneras distintas. Pete desabotona la playera de Vegas, sacándola por sus hombros y mordiendo su labio inferior. Vegas hace lo mismo con Pete, y están desnudos en unos cuantos minutos.

"Vegas" suspira Pete, arrastrando sus manos por el pelo de Vegas.

"Te tengo" Vegas promete, besando suavemente su cabello. "Siempre te tengo"

Vegas chupa uno de los pezones de su esposo, mordisqueando suavemente y sacándole un gemido a Pete. El siempre ha tenido pezones sensibles, pero con cada embarazo se han puesto peor y Vegas lo adora.

El besa el torso de Pete y no tarda ni un segundo en tener sus piernas abiertas con su pene tendido y tenso contra su vientre. Vegas besa la punta suavemente, tragando un poco de pre-semen. Besa el pequeño tatuaje que esta en la parte interna del muslo de Pete; el pequeño error que se hizo cuando estaba ebrio y que hace que el corazón de Vegas tiemble. Está ahí por siempre, sin importar que pase.

El chupa el ano de Pete, presionando su lengua lo suficientemente fuerte como para hacer a Pete temblar a la ligera presión sobre la próstata externa y todo lo demás, que siempre le dio a Pete los más intensos orgasmos.

Pete gime y saca a Vegas de todos sus pensamientos. Todo lo que puede pensar es Pete, su Pete. Él puede sentir sus muslos temblando bajo sus manos y sabe que el orgasmo de Pete va a llegar más pronto de lo que el desea. Ha pasado mucho, mucho tiempo para el, y Vegas esta seguro de que apenas y puede resistirse un poco.

"Eres demasiado bueno, bebé. Siempre tan bueno para mi" Vegas murmura en su piel, lamiendo rápido.

"Ah" Pete lloriquea, echando su cabeza hacia atrás. "Oh, oh, oh."

Los movimientos de Vegas son lentos y seguros, húmedos y un poco descuidados, que es la manera favorita de Pete. Vegas agarra su pene en su mano, bombeando lentamente, acariciando su rostro contra las bolas de Pete. Su pulgar presiona en el ano de Pete y él se deleita con los gemidos que está sacando de su marido. Ha pasado demasiado tiempo, casi dos años, desde que ha vuelto a hacer esto, desde que ha vuelto a hacer que Pete se desmorone como esto.

"Te amo demasiado, Pete. Te amo mucho" Vegas susurra, chupando justo en entre su ano y su pene.

"Oh, mierda" respira Pete, presionando sus ojos juntos "Oh, Dios"

Vegas lo acaricia a través de su orgasmo, sacándolo fuera de él y lamiendo su agujero hasta el final. Pete está temblando y llorando, sus manos apretando las sábanas debajo de él. Vegas lo besa en su estomago, lamiendo su semen mientras que Pete encaja una mano en su cabello.

"Vegas" Pete traga. "No puedo... hacer esto. No ahora mismo. Lo siento, lo siento mucho, pero no puedo."

"Bien" Vegas dice lentamente. "Está bien, lo entiendo. Quieres que me quede a dormir en la habitación de huéspedes hoy?"

"Si, por favor," Pete susurra, mirando abajo y abrazando su pecho desnudo.

De repente se siente demasiado expuesto, demasiado desnudo y descubierto. Se siente inseguro y nervioso. Necesita estar solo y averiguar que carajos esta mal con él.

"Uh bien. Te veré en la mañana, ¿okay? Te amo" Vegas dice suavemente, besando su frente. "Buenas noches."

"Buenas noches" Pete murmura, cubriéndose con las sabanas. Vegas se levanta y recoge sus prendas, dejando la habitación lentamente. Pete se hace pequeño en la cama y suspira, tratando de no llorar. Es demasiado para una sola noche. El sabe que Vegas ha estado intentando sin parar y que ha estado haciendo un buen trabajo, pero Pete no quiere que todo cambie una vez que lo perdone. Esta asustado pensando que Vegas hace todo esto solo para que Pete no le pida el divorcio. Esta asustado de que Vegas volverá a hacer lo mismo si el cede, y eso de la miedo, mucho miedo. Confiar en Vegas solía ser tan sencillo y llegaba de forma natural. Pete nunca se lo cuestionaba hasta ahora. Pero ahora, después de todo lo que ha pasado, confiar en el se ve como la cosa más difícil en el mundo.


This House No Longer Feels Like HomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora