1:
Querido Odiseo:Quieran los dioses que pronto vuelvas a casa sano y salvo y enseguida te rías con todas las confidencias y desahogos qué soltaré por aquí.
No estoy segura de poder desear eso primero también para Agamenon; espero no te culpes demasiado porque descubriera tu treta para evitar acompañarle a su maldita guerra, más bien me culpo a mi misma por llevar conmigo a Telémaco aquel día
Claro que me era imposible predecir o saber lo que él haría y todo para arrastrarte consigo a su dichosa guerra¿No te parece que él estaba mucho más ansioso por marcharse a Troya que su hermano, siendo éste y no él el esposo de Helena?
Helena... Espero que Paris pague realmente caro por haberla raptado.
Todos aquí te echan de menos: Euriclea estuvo llorando dos días seguidos después de tu partida mientras que tus padres lucían cómo si les hubieran arrebatado el alma.
Claro que al menos nosotros tienen recuerdos tuyos a los que aferrarnos, nuestro hijo en cambio sólo es un bebé y la posibilidad de que crezca antes de conocer a su padre me entristece demasiado.
Sólo me queda la esperanza de que esta guerra no dure demasiado. Mientras tanto, cada mes final del año me permitiré escribirte en estas cartas enviadas a ningún lugar cómo un pequeño consuelo personal.
Tu esposa que te ama y espera.
2:
Querido OdiseoEsposo, mi corazón se aflige aún al rememorar las noticias que nos llegaron desde Aúlide.
¿De verás Agamenon fue capaz de sacrificar a su propia hija? ¿Porqué nadie detuvo esa atrocidad?
Recuerdo a la pequeña Ifigenia de cuando acompaño a su madre a la pedida de mano de Helena, una niña alegre llena de vida... Aún no me puedo creer que ella haya sido acabando la primera víctima de este conflicto.
Envíe una carta a Climmenestra pero no estoy segura de que me responda, después de todo hace años que dejamos de ser tan cercanas cómo lo éramos en la infancia e incluso en esos años nuestro mayor nexo era su hermana.
Tal vez no debería realmente sorprenderme un acto así por parte de Agamenon viendo lo que estuvo a punto de hacerle a Telémaco pero en este caso se trataba de su propia hija. Y pensar que tendrás que lidear con él saben los dioses cuánto tiempo...
Noticias más agradables:Telémaco empezó a andar y balbucear.
Rezo cada vez que puedo para que los dioses te permitan salir de esta empresa sano y salvo.
Penélope que te aguarda pacientemente.
3:
Todo marcha normal aquí en Itaca. Tu hijo salió muy inquieto, las nodrizas tienen que andar vigilandolo constantemente para que no acabe donde no debe.
Tus padres y Euriclea superaron finalmente la melancolía por tu ausencia, Laertes especialmente se ve auténticamente feliz en su pequeña granja, allí es dónde nos encontramos a menudo. A decir verdad, él es el único amigo que tengo aquí.
Y respecto a mí ... En fin, soy una mujer joven, y no voy a ocultar que eso hace aún más difícil el tener cada noche el otro lado del lecho frío y vacío. A estas alturas ya habríamos podido tener un segundo hijo.