Mi amada Guinevere, mi reina.
Sé que hicisteis preguntar por mí y os lo agradezco pero no tengo demasiado que contar. Más preocupado estoy yo por vos desde que me enteré de que perdisteis al niño que esperabais;de haber podido habría acudido a vuestro encuentro nada más enterarme. Así que de ser posible os agradecería que me hicierais transmitir vuestro sentido de ánimo en estos momentos, aunque me imagino que aún debe seros algo presente el duelo.
La vida en el campamento es más tranquila de lo que se cabría esperar dadas las circunstancias, en este momento también deben de influir las fechas que son.
Los hombres estuvieron especialmente animados el día de la Navidad, cenamos todos juntos alrededor de la hoguera, durante todo una noche hubo risas y auténtica confraternidad. Por unas horas me sentí realmente cómo si estuviera en una celebración en Avalon. ̶O̶j̶a̶l̶á̶ ̶p̶u̶d̶i̶e̶r̶a̶ ̶l̶l̶e̶v̶a̶r̶t̶e̶
Ojalá pudieras ir algún día a una de ellas, sé que os gustaría.Personalmente tengo la ventaja de estar acostumbrado ya a errar durante meses por el país y a todo lo que ello conlleva e intentó enseñar a mis compañeros a convivir con la naturaleza del mismo modo en que aprendí yo, tanto por cuenta propia en mis aventuras solitarias cómo por lo que me enseño mi madre adoptiva.
Sin embargo, hay quienes echan demasiado en falta su hogar, les comprendo perfectamente, yo demasiadas veces he echado de menos mi hogar, Camelot... A vos
Supongo que cuando las noches son solitarias y frías es mucho más fácil añorar al ser amado, así lo he sentido yo desde que inició esta absurda guerra.
Pero no soy el único, vuestro marido siente lo mismo que yo, lo sé desde que lo sorprendí vagueando en medio de la noche con esa expresión tan melancólica propia de la añoranza.
Aquello me hizo hundir aún más en el remordimiento. Desde luego cuando mi madre Viviana hizo que Arturo me nombrara caballero, el mismo día en que os conocí, no me esperaba nunca que nuestro amor fuera precisamente cómo el invierno: bello pero peligroso a la vez.
Pero el honor debe prevalecer sobre el deseo, por algo decidimos respetar vuestro compromiso nupcial por mucho que nos doliera. Y tal vez algún día deje de dolerme veros casada con otro hombre.
Fabrique una muñeca con todos los restos de tela que encontré , la hice lo más parecida a ti que pude y la incluiré en mi carta.
Espero que vuestras próximas Navidades sean más dichosas que estas.
Todo vuestro, Lancelot del Lago
(Historia:La Vida de Morgana)