Heather [ Rivari ]

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MARATON 2/5

Casi acababa Diciembre, era el último día de clases antes de iniciar vacaciones navideñas.

Abril pensó que ésto la ayudaría de cierta manera, pues ya no vería a ése chico por al menos un mes y tal vez en sus semanas de descanso lograría superarla. Juan la apoyaba, un tiempo sin estrés puede ayudar a cualquiera.

De verdad deseaba poder superarla, tantas noches de insomnio, tantos días llenos de lágrimas, tantas comidas saltadas por no tener apetito alguno, tanto tiempo sintiendo su pecho comprimido y su corazón punzando. Abril quería acabar con todo ésto, pero no sabía exactamente cómo.

—Las vacaciones te harán bien. —sonrió el menor —Te invitaría a pasar las fiestas en casa, pero éste año estaré con la familia de Iván. —su sonrisa creció.

—Lo sé. - soltó una risa ronca — Está bien Juan, no te preocupes.

—Hoy, pero ni creas que te librarás de mi, te llamaré cada noche ¿de acuerdo? — la mayor asintió con una muy leve sonrisa.

¿Es normal que sonreír te cause dolor? Para la peli rosa ya era algo habitual, y ése hecho la ponía peor.

Trato de estar bien, de mantenerse positiva por un día, en serio trató. Hasta que una sola escena interrumpió sus intentos ya fallidos en sí mismos, deseaba no haber volteado justo en ése instante, y se quedó allí paralizada suplicando a la tierra que la tragara de una buena vez.

Samantha se había quitado su suéter negro, el mismo que tiempo atrás le había prestado a Abril, y ahora se lo estaba colocando con delicadeza a Heather. El acto fue seguido por un beso que incluso desde afuera se veía lindo, y la gente que los miraba susurraba cosas como «ellos son la pareja perfecta»

—Me tengo que ir. —espetó Abril pocos segundos después de que la melosa escena acabó.

—¿Por qué tanta prisa? ¿Estás bien? —preguntó desconcertado, por ver su celular se había perdido de la situación.

"A éstas alturas ya no deberías cuestionar eso, sabes perfectamente que no estoy bien" pensó, aunque eso no la ayudaría a irse rápidamente del lugar, más bien la frenaría.

—Sí, estoy bien. — mintió— Recordé que vería a una profesora para arreglar mi última calificación, es todo. — volvió a mentir.

— Vale... Te veo al salir ¿de acuerdo? — asintió— Suerte.

Abril salió casi corriendo de allí, importándole poco o nada que la gente lo viera como si estuviera loca. Incluso Samantha la vió, pero creyó que su despistada amiga había olvidado algo en su aula y por eso corría, dejándola pasar de largo.

Definitivamente la castalla no vería a Juan al final del horario, quería huir a su departamento y no ver a nadie en mucho tiempo. Pensó que no se llevaría más cosas tristes a casa, pensó que lograría salir ilesa al menos por un día.

Se equivoco.

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¿Era necesario Samantha? ¿Tenías que darle justamente ése suéter? ¿Era obligatorio besarlo frente a todos?

Apuesto que no lograrías siquiera imaginar cuanta impotencia y dolor me causaste aún sin planearlo. Sé que tú no me lastimarías a propósito, pero... Joder, en serio lo estás haciendo sin saberlo.

Te lo agradezco, creo que éste Diciembre tenía que empeorar otro poco. Y ahora pasaré las vacaciones viendo ésa escena en mi cabeza irremediablemente, llorando con más sentimiento que antes, gritando entre cuatro paredes que te amo y que debí ser yo quien te tuviera

Aunque... Los demás tienen razón, ustedes son la pareja perfecta. Se nota a kilómetros de distancia que poseen el hilo rojo del destino, que encajan sin dificultad alguna. Creo que conmigo no hubiera sido así ¿verdad?

Tú y yo teníamos muchas diferencias siempre, y me parece que así no es como una pareja perfecta debe ser. No hubiera durado aunque hubiera pasado ¿cierto?

Samantha Le diste a él tu suéter, ahora él puede sentir tu perfume inundar su nariz, él puede sonreír y jugar con las mangas por ser tan grandes, inclusive si su cuerpo es mucho más grande, él puede besarte en agradecimiento.

Es sólo un montón de poliéster, pero era especial para mi por más patética que suene.

Y ahora, Heather lo tiene.

Espero tengas una feliz navidad y un hermoso año nuevo a lado suyo. Porque ten por seguro... Que yo no lo tendré.

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