La tienda de las emociones (Microrrelato)

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Año 2072.

Como cada mañana, la mujer comenzó a organizar los frascos de cristal de las distintas estanterías de su tienda. Las emociones se habían convertido en un producto más del comercio y nadie hallaba una cura para dicha dolencia.

Un virus se había propagado en la tierra generando que todas las emociones se extinguieran, de ahí que la gente tuviese que acudir a las tiendas para comprarlas y poder sentir lo que alguna vez sintieron por voluntad propia.

Un joven que cruzaba la adolescencia entró a la tienda, llevaba un brazo sangrante y estaba en busca de un poco de tristeza y desesperación antes de ir al hospital, él no sabía por qué, simplemente su mente le pedía comprar un tarrito de cada emoción.

—Bienvenido a la tienda de las emociones —saludó la vendedora con una sonrisa en su rostro—. ¿En qué le puedo ayudar?

 ¿En qué le puedo ayudar?

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Holi. 

Bienvenidos de vuelta a esta antología de relatos. 

¿Qué tal el micro? ¿Se imaginan tener que comprar emociones? Es una idea muy tétrica y fue otorgada por un disparador que encontré en internet.

Nos vemos en el próximo relato.  

Ignoto (antología - en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora