Capítulo 4

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Perdón por la demora palodequeso pareciera que me fui de sabático jsjsj, gracias ChaosPiscis19 por las ideas<333

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"Como puede observar todo está listo para que partamos a Atenas de regreso cuanto antes, señorita, pero podemos permanecer el tiempo que usted disponga". Afirmó el joven soldado que se encontraba ante Leah. Era apuesto, de tez morena, rizos cobrizos y ojos cafés.

"Entiendo, me gustaría quedarme unos días más, por lo que sé el ataque persa se espera que llegue en 4 días". Respondió con voz calmada Leah. El joven asintió e hizo una reverencia con su cabeza y salió del templo de Atenea.

La joven hija de Pericles suspiró, tenía sueño y estaba cansada. Todo el día estuvo activa, ayudó en el templo y en las afueras asistiendo a aldeanos y a jóvenes desamparados. Regresó cuando los últimos rayos de sol se escondían. No había comido nada, el último bocado que probó fue la cena del día anterior.

Una sacerdotisa pasaba por su lado, Leah le sujetó débilmente del brazo y le habló.

"Disculpe, ¿me puede decir dónde se encuentra la cocina?". Le preguntó Leah.

La joven de cabello negro, ondulado y ojos verdes la miró, abrió los ojos y miró hacia el suelo. "Sí, claro, venga conmigo, señora".

Leah sonrió y le agradeció, pero le dijo que no era necesario que hiciera una reverencia o algo por el estilo.

"Oh no, señorita, usted es Leah, la hija del gran Pericles". La joven la miró y se sonrojó, luego dirigió rápidamente su mirada al suelo. "Aunque no mentían en cuanto a su belleza, usted es hermosa". Murmuró en voz baja, creyendo que Leah no la oiría, pero lo hizo y solo le sonrió tiernamente mientras seguía desde atrás a la joven sacerdotisa.

"Esta es la cocina, por aquí está el pequeño comedor, como usted ya ha podido observar no somos demasiados en el templo, así que lo siento si no es tan elegante". Le respondió.

"No, está bien. No tengo problema alguno, yo debería estar agradecida con ustedes por permitirme quedarme aquí". Le dijo Leah mirándola con una sonrisa agradecida y cálida. "Aunque no me ha dicho su nombre, usted sabe el mío pero yo no el suyo".

"Claro, qué insolencia la mía, perdóneme. Mi nombre es Euterpe, estoy para lo que usted necesite". Le sonrió alegremente, remarcando unos hoyuelos en sus regordetas mejillas.

"Gracias, Euterpe. Bueno, yo quería cenar algo antes de irme a dormir. Solo necesitaría que me dijeras dónde están los alimentos para poder prepararme algo". Dijo Leah, pero antes de que comenzara a buscar, Euterpe se acercó rápidamente y evitó que tocara algo.

𝑳𝑬𝑨𝑯  ⸙͎  𝐀𝐭𝐞𝐧𝐞𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora