LO INEVITABLE DE LA GUERRA [BIOLOGÍA CM #2] ©

CAPITULO 5

En este lugar tan oscuro,
Tan solitario,
Lo único que me mantiene
Con vida es el deseo.

—Desconocido.
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Desconocido.

Mierda, mi plan se va a la mierda por ella, como siempre en todo quiere andar.

Ay, princesa Camelie, no sigas buscando que no te gustará para nada lo que vas a encontrar, pero ¿Por qué carajos eres tan curiosa? En todo andas.

Lo único que pienso mientras conduzco es eso, en lo intrépida que es la princesa, fuera otra y manda a los guardias hacer las cosas, pero no, como siempre ella única y detergente.

Nunca había visto a una princesa que se atreviera a tanto, como mucho había una que daba las órdenes, pero ella no. Ella crea los planes y los ejecuta, me encanta.

Me dirijo a mi casa mientras pienso en ella, se me roba los pensamientos esa chica; pero hay algo que no me cuadra, ¿por que ese cambio de look? O sea, no se le ve mal pero su cabello era lindo y mas cuando yo lo...

De golpe me callo porque no quiero ni siquiera recordar eso, de verdad que ahora no quiero recordar nada que tenga que ver con esa princesa.

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Llego y tiro todo por allá, la frustración todavía no se me quita después de horas, me frustra que ella sea tan inteligente y todo lo descubra, y no tanto eso, si no que el universo nos junte a toda costa dañando mutuamente nuestros planes.

Entro directo a mi habitación donde me baño, mientras estoy ahí solo pienso maneras para dar con el paradero de Leo, y como siempre mi querida Lizzie me va a dar todos los datos, porque sé que ella sabe más.

Me coloco un jogger negro con una camisa blanca holgada que me llega más abajo de la cadera; bajo a la cocina en donde preparo dos platos de comida completo. Hago puré de papas, carne asada y macarrones en salsa blanca. Sirvo el vino y pongo todo en una bandeja con sus respectivos cubiertos.

Voy hasta el sótano y repito el proceso de la vez pasada; quito el cuadro, colocó el código de la caja fuerte la cual se abre dejando al descubierto la llave la cual tomo y abro la puerta a mi lado.

— Lizzie —digo alargando el nombre— si te contara lo qué pasó.

— No me hagas nada, por favor —dice entre sollozos.

— Ahora no, mira lo que te traje —le suelto los brazos mientras sigue amarrada del resto del cuerpo.

No, no temo a que Lizzie trate de hacer algo porque con lo moribunda que está si se logra parar es un milagro divino, además de que sé que no va hacer absolutamente nada.

Le doy la bandeja con su comida y me siento frente a ella mientras comemos en total silencio, y no, no ha tratado de hacer nada ni la veo con esas intenciones.

— Lizzie, yo contra ti no tengo absolutamente nada —digo mientras me meto un bocado de comida en la boca—, solo estabas en un lugar que no debiste estar.

— Yo no sabía nada —dice—. Simplemente estoy donde me busquen y paguen bien.

— Lizzie te voy a proponer un trato —digo y ella deja de comer para verme fijamente a los ojos.

— ¿Que es?

— Vas hacer mi infiltrada con Leo.

— ¿Por que haría eso?

— Porque te conviene a ti y a mi me sería útil —digo tranquilamente—, te creo que no sabes más, sin embargo sabemos que puedes averiguar mucho más, a menos que quieras morir aquí mismo.

Lizzie duda, mientras tanto sigo diciendo cosas para terminar de convencer a Lizzie, ella y yo de aliados seria muy bueno, Lizzie es inteligente y sabe como hacer sus cosas, por eso nadie sabe de ella; por otro lado estoy yo, que sé hacer las cosas desde la oscuridad y sin dejar rastros, por eso sigo aquí.

— Trato hecho —me extiende la mano y la tomo—. Ahora suéltame.

Me río y la suelto, termina de comer y salimos juntos del sótano. Subimos al balcón y ahí dice:

— Que empiece el show.

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Nota:

Mis amores, malas noticias. Cambie de casa y pues se han de imaginar que no tengo tiempo, hay caps que ya están pero los iré publicando día a día, porque no los puedo publicar todos de una vez y desaparecer por un mes.

¿Que opinan de la alianza entre el desconocido y Lizzie? Yo opino que esa alianza va a ser muy explosiva cuando le dé el desarrollo de personajes que se merecen.

Beshitos rojos.

Con amor, Shalú Muñoz.