LO INEVITABLE DE LA GUERRA [BIOLOGÍA CM #2] ©

Extra de año nuevo

Belén, campañas de Belén,
No es Año Nuevo y los cachos se te ven.

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Camelie

Me arreglo para la cena de Año Nuevo, de verdad que no entiendo como hay gente que el Año Nuevo lo recibe en pijamas y parece que están más allá que acá; en mi reino siempre va haber una tradición de que el Año Nuevo se recibe de gala, porque la vida de trata como te ve.

Mi vestido plateado cae al piso con la apertura en la pierna izquierda en donde sobre salen mis tacones negros de punta; me termino de acomodar el cabello colocando ganchos para que se sostenga el recogido y en media hora no esté vuelta nada.

Termino y empiezo con el maquillaje, porque para mi el orden correcto el outfid-peinado-maquillaje. Después de una hora termino mi maquillaje, esta vez no fue algo muy sencillo que digamos; un delineado largo negro difuminado y uno gráfico plateado que casi me saco un ojo de tanto que lo repetía.

Empiezo mi lip combo y se me cae el delineador de labios, me agacho a recogerlo y ya tengo en la espalda a ese osito cariñosito con cara de querer matar a todos menos a mi.

Mikele me agarra a besos arruinando por completo lo que me había hecho en los labios, rápidamente lo separo y lo miro con cara de que lo voy a matar.

— Llevó horas maquillándome, no puedes venir a besarme así porque me dañas el maquillaje —le digo mientras me mira de arriba abajo—. Al menos disimula.

— ¿Todo esto me lo como yo? —dice mientras sigue hipnotizado conmigo.

— Tú y tres más —digo mientras me delineo los labios nuevamente.

Siento como me agarra de la cintura y no entiendo en que momento me tiene contra la pared cuando es que siento que me da otro beso en el que parece que me está devorando el alma.

— ¡Mi maquillaje! —digo mientras lo aparto con un tono de voz como si fuese a llorar.

— Camelie, en tu vida vuelvas a decir eso, ¿me entendiste? —dice serio en un tono de voz que me da escalofríos.

Asiento y se sienta en la silla frente al tocador en donde me estaba maquillando, termino los labios y bajo con él porque vamos solo un poquito tarde para el brindis en el reino.

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Llegamos al coliseo h bajo la mirada de todos subimos a la tarima en donde me esperan mis padres y el consejero real; mis padres siguen con el discurso y al finalizar todos aplauden.

— Ahora los dejo con la princesa heredera, Camelie. —dice mi papá y todos aplauden.

— buenas noches —todos repiten y prosigo— hoy es el último día del año, eso quiere decir que nuevo año nueva vida; el reino va a mejorar con su ayuda y apoyo, tengan fe en que todo pasara de bien a excelente. Este año me he propuesto hacer cosas por el reino y por sus habitantes, porque que somos los monarcas sin nuestros queridos súbditos.

Ahí duró tiempo echando la parla, porque hay que hacer tiempo para que sean las 12 y poder dar el feliz año para irme de aquí; no lo tomen a mal, pero es que quiero pasar mi primer Año Nuevo con Mikele a solas y no enfrente de más de 100 mil personas.

Ponen el conteo regresivo de los 10 segundos y todos empezamos a contar, la emoción se apodera de mi cuando llega a 1 y los fuegos artificiales iluminan el cielo de todos los colores, los abrazos van, los abrazos vienen.

— Feliz año a todos y próspero Año Nuevo —digo por el micrófono antes de bajarme y salir de ahí con Mikele a mis espaldas.

— Feliz Año Nuevo, princess —me da un beso y yo lo sigo.

— Feliz Año Nuevo, estellita —lo abrazo y duramos rato así.

Empezamos a caminar por ahí viendo los niños correr, las calles felices y todo con vida, todo feliz como debería estar siempre; los fuegos artificiales no paran, pero es muy lindo ver eso h es más lindo ver cómo los niños se me acercan y me dicen que soy muy bonita.

— Señorita —un niño de aproximadamente 3 años se me acerca y me jala el vestido levemente.

— Dime, corazón —bajo hasta quedar de su tamaño y me dice algo en el oído y se va corriendo; me rio y mikele me mira feo.

—¿Que te dijo? —pregunta mientras caminamos.

—Que cuando creciera quería tener una novia tan bonita como yo —me mira y no le hace gracia eso—. Es un bebé, Mikele.

—Él crece.

—Yo también.

Se ríe y seguimos dando un paseo hasta llegar a un lago dentro del bosque, nos sentamos y conversamos cosas banales y entre risa y risa se le sale.

— Te amo un universo entero, mi princesita adorada.

—Yo también te amo muchísimo, estrellita.

Nos besamos y quedamos mirando a las estrellas y fuegos artificiales toda la noche.

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¡Volvió a quien extrañaban!

Mis amores discúlpenme la vida, estaba en severo bloqueo de escritos pero ya ando ready y vengo con una maratón de 10 caps divinos, peeeero, la voy a sacar el domingo.

Eh, también  estaba enferma pero ya ando al 1001% además que se me había perdido esta cuenta y tuve que hacer malabares para recuperarla.

Les prometo que estaré activa, corazones.

¿Que opinan del extra? Ay dios, en un universo alterno Camelie y Mikele si pasaron navidad y Año Nuevo juntos, en fin.

Beshitos rojos 💋.

Con amor, Shalú Muñoz.