S I E T E

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Por fin había llegado el sábado, y mientras la mayoría de alumnos iría a visitar a sus familias o saldrían de fiesta, la facultad de periodismo tendría que quedarse a trabajar extra para terminar el reportaje sobre el partido de hockey. Irían muchas personas importantes, mejor conocidas como cazatalentos, lo cual era una oportunidad increíble para los que de verdad querían el hockey como una carrera de toda la vida.

- Agh, por éste tipo de cosas odio el periodismo. - se quejó Euijoo, golpeando su frente suavemente contra la mesa de madera en la que solía trabajar - Y el deporte también. - murmuró en voz baja antes de que la figura de Taki se le acercara.

- Vamos, apenas son las nueve. - miró el reloj que estaba colgado en la pared de la entrada. 9:00 AM, a ésta hora Taki seguramente estaría durmiendo aún o hablando con su familia por videollamada; él también quería quejarse como Euijoo, pero algo maquiavélico en su mente lo hacía estar feliz por la situación. - ¿Sabes qué, jefe?

- ¿Qué? - levantó la vista con los ojos entrecerrados y los labios fruncidos en un puchero; ya no sabía si tenía esa cara por el enojo o por el sueño.

- Ésta noche deberíamos salir. Tú, nosotros y algunos amigos. - alzó las cejas con picardía mientras Euijoo lo veía con indiferencia - Anda, te gustará. - le dio un golpecito en el brazo para cambiar su semblante, pero éste seguía siendo el mismo - ¡Ay ya, Euijoo! Tú también necesitas descansar. - sonrió ladino.

- Taki, tenemos el tiempo encima, ¿tú crees que merezco descansar? - se agarró el cabello con frustración, algo que causó gracia en el pelimarrón, sin embargo, no se rio. - Por mi culpa es que estamos atrasados, si no hubiese sido tan terco y antiprofesional. - gruñó mientras cerraba los ojos fuertemente.

- Ey, ey, pequeño. - chistó - En parte es cierto, pero no puedes culparte para siempre de las cosas. Uno no progresa si hace eso. - y Euijoo bien lo sabía; había pasado casi seis años pensando en un error que cometió y seguía estancado en un lago de miedo.

- Ah, ¿sabes qué, Taki? - pero eso podía cambiar. Suspiró y se levantó de su silla, dándole una media sonrisa al menor - Creo que tienes razón, deberíamos salir. - le dio un pequeño golpe en el brazo con su puño, haciendo que el chico se sobara la zona por inercia.

Taki lo miró con los ojos bien abiertos en sorpresa mientras sonreía. - ¿En serio? - Euijoo asintió, sintiendo un pequeño alivio en su pecho. La salida con los chicos no sólo lo haría descansar un poco del periódico, sino que lo relajaría para dejar de pensar en porqué no había recibido respuesta.

Hace unas semanas había dejado una petición para ser pasante en una de las empresas de periodismo más importantes de la ciudad, BUSAN NEWS, y según lo que sabía de seniors que sí tuvieron la oportunidad de ser pasantes, la respuesta te llegaba en una semana a más tardar, y él no había recibido nada. Ni siquiera una negativa.

- Invita a Harua e iremos los tres.

- Ajá. - dijo Taki, viendo de reojo como Harua movía los dedos sobre su teclado velozmente, con la nariz casi pegada a la pantalla - Eh, Harua. - lo llamó sin éxito en conseguir su atención, por lo que chistó y tomó un borrador de goma para lanzárselo, ahora sí, ganándose la atención del pelinegro.

- Oye. - se quejó, viéndolo con las cejas fruncidas en molestia.

- Necesito que te acerques, ven. - chasqueó la lengua y se levantó de su asiento para ir con el dúo, quienes sonreían como si tuvieran buenas noticias.

- ¿Qué pasa?

- Saldremos con Euijoo. Hoy en la noche. - alzó las cejas con picardía, gesto que hizo que Harua pudiera deducir las dobles intenciones fácilmente. Y no sólo porque eran mejores amigos podía presumir de eso, sino que Taki era bastante legible para cualquiera que le pusiera un poquito de su atención. - ¿Vas a ir?

Bare Hearts -; NichoJoo | &TEAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora