Tres rubescentes atardeceres, dos ambarinos días... un par de suaves y sentidas noches.
El tiempo avanza pausado, lento; permitiendo que la conexión, que en el presente quiere nacer de entre nuestras comisuras, se centre y entregue sin ánimo de opacar la frágil línea que nos separa de la amistad hacia el amor.
Gracias doy en este templado día, donde los números se han vuelto repetitivos, siendo espejos de mis ilusiones, porque me siento mágicamente hermosa, como aquellos coros que emergen de entre las aguas donde las sirenas cantan y tientan a ser besadas.
Quiero responder a las letras que dejaste grabadas a los lados de las fotografías por tus manos tiernamente capturadas. Pero guardaré, por ahora, la entonación de mi emoción y el compás de mi sorpresa, porque, aún en este vals donde me abstraigo del mundo, añoro que dure... y no se evapore para convertirse en un fría llovizna.
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Besos de Mariposas ©
PoesiaEsta es una historia de desastres, dividida en fragmentos de desahogo, que ha inducido a pasear por los peores senderos de la oscuridad humana a esta alma que se marchitó y que aún sigue crepitando junto a sus deshidratados pétalos. En este terminan...
