CICATRICES EN SILENCIO (2)

Tangible scars..

En las grietas de mi piel hay historia silenciadas por lágrimas que se deslizaron sin testigos.

Mis cicatrices, testigos mudos de batallas internas, han tejido un relato de dolor y resistencia.

Cada marca es un capítulo, un recuerdo tallado en la piel como un tatuaje invisible, recordándome que he enfrentado tormentas que muchos no pueden entender.

Mis cicatrices no son solamente marcas físicas, son crónicas de las tormentas que han sucedido en mi alma.

Aveces me pregunto si mi amor por ellas es masoquista, si encuentro consuelo en el recordatorio tangible de que he sobrevivido a las tormentas más oscuras.

Ellas son las pruebas de que he resistido, pero también son la prueba de he sufrido.

Cada línea es un eco....eco de una herida que alguna vez fue fresca y ardiente.

Mis cicatrices no solo son vestigios de dolor, son fragmentos de mi pasado que se aferran a mi presente. Las acaricio con la punta de los dedos, como si al hacerlo pudiera conectar con el.

En la tranquilidad de la noche, mis cicatrices se vuelven constelaciones en mi piel, un mapa estelar de las noches oscuras que he atravesado.

Pero también son testigos de la luz que he encontrado en la oscuridad, la fuerza que he descubierto en mis momentos más débiles.

Son la paradoja de mi existencia: heridas que duelen al recordarlas, pero también marcas que me recuerdan que soy más fuerte de lo que alguna vez imaginé.

Quizás me encante mis cicatrices porque son la evidencia física de mi capacidad para sanar. Son la poesía de mis heridas, versos tristes que narran la travesía de un corazón que ha conocido el peso del sufrimiento.

Quizás las odie porque son marcas de mi pasado, de mi maltrato y de mi silencio, trazan momentos oscuros y silenciosos, momentos de angustia y desesperación, y momentos de asco y de odio.

Quizás las odie, o quizás las silencie por siempre.

Quizás solo sean cicatrices en silencio....