A sus 19 años, Enid debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 19 inviernos, Enid...
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Suspira, quitándose las sábanas de encima. Sabe que día es hoy y eso le pone feliz. Su cumpleaños. Cumplía 5 años y sabía que sus madres le tenían una sorpresa, los ha escuchado hablar de eso por las noches. Así que con una sonrisa brillante, corre a la cocina. Su casa está en silencio y eso es raro, ya que sus mamás siempre estaban gritando -no en manera de pelea- o su hermana cantaba.
"¡Cállate, animal!" Oye la voz de su tía Bianca y ésta es seguida de varios sshhh.
Aún más contento, con la idea de que su familia está ahí, entra a la cocina y todos gritan su nombre, tirando serpentinas y confeti. Su mamá Enid se acerca a abrazarle con mucho cuidado de no tirar a su hermanito menor, Matías
"¡Feliz cumpleaños, bebé!" La rubia besa sus mejillas repetidas veces, dejándolas sonrojadas.
"No soy un bebé, ya tengo cinco" Se limpia los cachetes, yéndose a una de las sillas.
"Felicidades, Mika" Helena, con el cabello trenzado se acerca, teniendo una caja grande entre sus manos, con trabajo y podía sostenerla.
"¿Para mí?" Abre sus ojos en grande, fingiendo sorpresa. "¡Gracias, bruja!"
Helena rueda los ojos, evitando contestarle a su hermanito, se la pasaría por hoy porque era su cumpleaños.
"¿Dónde está mi mamá?" El cumpleañero pregunta, quitándole la envoltura a la caja.
"Por ahí" Ajax contesta, mirando a otro lado y enrollando su brazo al rededor de Bianca.
"Por ahí en..." Divina quiere seguir pero no se le ocurre nada.
"En la selva" Bianca termina y todos se golpean la frente, incluida Helena.
"¿En serio?" Sus ojos de colores se abren, ahora si, sorprendido. "¡Woooow, yo siempre dije que mamá era como tarzan!"
"Por idiota" Divina murmura bajamente, y le sonríe a Enid, quien la mira enojada.
"Fue con tía Yoko y los gemelos a buscar algo, amor"
"Ahhh, ¿no fue a la selva?"
"No, Mika" Su padre deja al bebé en su silla. "Pronto debe venir"
"¿Es una sorpresa para mi?"
"Puede ser" la pelirroja se encoge de hombros. "Puede ser que no" se mece de un lado a otro.
"¡Mika!" Alan y Arad entran corriendo a abrazarle cuando lo ven.
Ambos lo felicitan entre risas, haciéndole cosquillas. Un ladrido hace que se separen, los ojos del pequeño Addams se abren y corre hasta donde lo oye. Su madre está parada ahí, con un gran perro a su lado.
"Mierda, Merlina. Dijimos un perrito" Enid le dice al oído a su alfa, pegándole en el brazo.
