Una frase puede evocar miles de sentimientos y emociones, y en el siguiente compilado encontrarás historias que describen dos sentimientos distintos a través de una sola frase.
Compilado de mini historias creado por diversas autoras.
Géneros: Varios...
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-¿¡Lo dices en serio!? -Casi grite tomando de los hombros a mi amiga Laura.
-El me dijo que te entregara está carta.
De inmediato tomé la carta, Ethan Orlans me había escrito una carta.
« Hola, Anna.
De seguro está carta se te hará extraña. Cómo ya sabes en unos días se realizará el gran baile de máscaras... Soy un cobarde por no decirte esto en persona pero para mí es más fácil escribir que hablar, entonces...
¿Te gustaría ser mi acompañante el día de la fiesta? 💜
Espero tu respuesta, te espero hoy en la salida.
Psdt. Te invitaré un helado. ;) »
Desde que había comenzado a leer la carta no había podido quitar mi sonrisa.
Ethan era un chico muy sociable, además de simpático, y tenía una chica para cada día de la semana, su mala fama era conocida por todo el establecimiento y por lo cual se esperaba que el llevará a la chica más hermosa de la escuela secundaria "Okdin Furth". Yo era muy soñadora como también negativa, claramente aquella carta me traía muy feliz y a la vez también desconfiaba de las intenciones de Ethan.
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-¿Por qué yo? -Decidí ser directa, después de que me invitará a comer helado.
-Porque solo hay una Anna Galliet, porque tú eres la chica que logro robarse mis suspiros y que ocupa mis pensamientos todo el día.
En ese momento estaba tan cegada mirando sus ojos grises que solo creí en el ciegamente.
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El día de la fiesta había llegado.
Ethan prometió recogerme de mi casa y también traerme de vuelta, hablo con mi padres pidiendo su permiso, estaba más que maravillada con su forma de hablar tan elegante y me trataba como si fuera una princesa.
-Estad hermosa -dijo mi madre mientras traía a mi hermano pequeño cargado entre sus brazos.
-Hemosha -balbucea mi hermano aplaudiendo, de seguro no sabía ni el significado de la palabra lo cual me causo gracias.
-Madre lo dices por qué soy tu hija -rodé los ojos mientras miraba mi vestido es el espejo de mi habitación.
-En realidad solo eres tu la única que no quiere ver lo hermosa que eres.
Mi madre sale de mi habitación, no sin antes guiñarme un ojo.
Después de unos minutos decidí no maquillarme, quería lucir lo más natural posible. Mi madre entro a mi habitación emocionada y me informo que Ethan había llegado.
Yo era la más nerviosa, primero vez yendo a un baile y acompañada del príncipe de mi sueños.
-¿Y a qué hora...
Mi padre iba a hacerme una pregunta pero se quedó en silencio, Ethan frunció el ceño al ver que se había quedado en silencio y luego volteo su rostro en mi dirección, su expresión era de asombro o al menos eso quería creer.
-Hija, estás hermosa -me toma de la mano para que pueda bajar el último escalón de aquellas gradas.
-¿Nos vamos? -Pregunto impaciente al sentirme incomoda ante la atenta mirada de Ethan en mi.
-¿Qué-que? -Me mira distraído-. Digo -carraspea nervioso-. Si, es hora de irnos -me da su brazo para poder apoyarme.
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Ethan evitaba mirarme y no entendía el porque, ¿tan mal me veía que le avergonzaba?
Ethan tenía un traje formal, muy elegante, lo hacía relucir aún más guapo y no podía evitar mirarlo cada que podía.
-Por cierto -lo escucho decir cerca de mi oído-, estás hermosa -de inmediato un fuerte sonrojo se apodera de mi y finjo mirar hacia algo interesante entre las mesas del salón.
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Unos bailes elegantes y escuchar mis canciones favoritas hicieron la noche muy emocionante, Ethan era un chico alegre y lograba sacarme una sonrisa cada que podía al igual que me robaba suspiros con solo verlo sonreír.
De pronto sentí su penetrante mirada en mi y decidí hacer lo mismo con el, era una guerra de miradas mientras nos movemos al ritmo de la balada que se oía en el salón. Acaricio mi mejilla y yo solo cerré los ojos, sentí su respiración cerca de mis labios y el estaba tan cerca de mi.
Me robó un beso corto y temido, me había asustado al ser mi primer beso aunque me sentía feliz de que el me lo hacía robado.
Me acerque a él y mis labios hicieron contacto con los contrarios, el comenzó a moverse y acariciaba mi cintura con su mano libre.
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Ethan me cargaba entre sus brazos mientras yo dormía y no recuerdo nada más.
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¿Porqué todos me miran? ¿Porqué me señalan de esa manera?
Divisé a Ethan a lo lejos y me acerque a él corriendo.
-Hola, Ethan -lo saludé con una sonrisa.
-Y aquí tenemos a la apuesta en persona -escuche mencionar a su amigo y lo ignore.
-No me vuelvas a hablar, idiota -Ethan me empuja fuertemente haciendo que cayera al piso.
Su amigo, del cual no sabía su nombre, me lanza un sobre.
-Abre el sobre -me ordena aquel.
Abrí el sobre más por curiosidad que por aquella orden. Contenía fotos mías, fotos en las que yo me encontraba desnuda.
-¿Qué? -Fue lo único que pude pronunciar.
-Verte desnuda fue un sacrificio que tuve que hacer -Ethan susurra en mi oído con asco y me miraba muy molesto.
-Tu no pu-diste... ¿Po-porqué? Yo no te hice na-ada -mis lágrimas caían por mis mejillas mientras yo solo miraba hacia el suelo.
-Esta bien, te lo diré porque me das pena -rodo los ojos, se agachó a mi altura-, fue una apuesta que hice con mi novia, mi novia es tu mejor amiga Laura, ella te entrego la carta...
No escuché más, Laura fue mi amiga por 5 largos años, lo que creí que fue una hermosa amistad resulte ser solo una mentira.
-Laura expandió esas fotos por todo el colegio -Ethan se paró y se fue con sus amigos.
Todos ahí me miraban juzgandome con la mirada.
Corrí y corrí por los pasillos sin mirar atrás.
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Nadie supo lo que pasó con Anna Galliet después de aquel día.
