Han pasado 3 años tras la derrota de Zaheer. Luego de que Korra fuera envenenada por el Loto Rojo, el Reino Tierra está sumido en el caos tras la muerte de la Reina. Korra, quien se estaba recuperando en el Polo Sur al mismo tiempo que el resto del...
Tierra... Fuego... Aire... Agua... Sólo el Avatar puede dominar los cuatro elementos, y traer el equilibrio al mundo.
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El Avatar Korra ha regresado a Ciudad República. Y quien les habla, Shiro Shinobi, no podría estar más que contento. Ha sido todo un honor para mi el traerles noticias de Korra y sus amigos año tras año. Tantas aventuras, y tantos momentos emocionantes. ¿Qué podría olvidar al temible Amon y su revolución Igualitaria?... Dios, aún tengo pesadillas. También aquella vez que transmití el estreno de Nuktuk, fue divertido. Pero bueno, ya basta de hablar. Siéntense y relájense y revivamos la historia.
Capítulo 8: Recuerdos.
Mansión de Asami.
Los días pasaron y la estadía de Korra y sus amigos en la gran mansión de Asami les sentó de maravilla, para que así pudieran relajarse un poco y olvidar por unos días los problemas del mundo exterior. A continuación Mako se encontraba en el gimnasio de la mansión entrenando a Wu en la defensa personal. Ambos vestían ropa deportiva, con guantes y cascos protectores.
Príncipe Wu: ¿Sabes una cosa?, hay algo en ser secuestrado que hace que uno se dé cuenta de que tiene que prepararse.
Mako: Si, estoy de acuerdo. Muy bien amigo, vamos a endurecerte. (Dijo poniéndose en posición de combate seguido de Wu).
Una vez que ambos se colocaron en posición de pelea, Mako se acercó a donde estaba Wu, dándole el primer golpe en el estómago, lo que hizo que este cayera de manera dramática al suelo.
Príncipe Wu: ¡¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHH!!, ¡¡NO ESTABA LISTO!!, ¡!WU HA CAIDO, WU HA CAIDO!! (Exclamó mientras lloriqueaba en el suelo en posición fetal. En ese momento aparece la Abuela de Mako).
Yin: ¿Pero que...?, ¿Qué es lo que está sucediendo aquí? (Preguntó viendo a Wu lloriqueando en el piso). ¡Mako!, ¿Cómo te atreves a lastimarlo? (Recriminó a su nieto mientras abrazaba a Wu). Dime, ¿le gustaría a su alteza real una deliciosa limonada de cerezas? (Le preguntaba a Wu en tono dulce y maternal).
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Príncipe Wu: ¿Con algunos de esos bollitos pegajosos? (Respondió con una mirada tierna).
Mako: ¡Ay por favor!, mírate. Eres tan debilucho que tu frase típica ante cada mala situación es "Wu ha caído".
