☀️DALIAH☀️
El villano no nace, se hace.
Y el exámen del sábado me hizo desear llevar a Hanna a la mismísima tumba. Aprobaron pocas personas, incluso Zara sacó una nota debajo de la básica, y Tiffany estaba hiperventilando, porque sacó un tres cerrado. La nota mínima para ganar.
El hombre se desquitó con todo el mundo, ni él se sabía las respuestas seguro. Como si fuera poco, hizo una alianza con él profesor de economía, ciencias políticas y tecnología —el cuartel de los miserables, como les decíamos los estudiantes— para hacer una empresa en grupos de hasta cinco personas, se permitían alianzas entre nosotros, pero cada grupo tendría que permanecer con una empresa estable con una duración mínima de seis meses en funcionamiento.
¿Lo difícil? Los profesores eran quienes daban los reportes de capital, ventas, servicios, etc. Ellos nos ponían casi que la soga al cuello.
¡Y no podía compartir salón con Zara y Tiffany!
Desde quinto éramos las tres y ya. Por suerte, nos dejaron hacer la empresa entre salones, gracias a Dios porque no quería hacerla con nadie más. Pero eso no cambiaba el hecho de que desde kinder no me separaba de Tiffany.
¡Y no dejaban cambiar a nadie!
Así que nos reuníamos en los recesos para acordar cómo haríamos la empresa. Solo que Zara se creía millonaria con solo mil millones de base.
–¿Y por qué no lo podemos usar y ya?– Me preguntó.
–De que lo podemos usar, podemos. Pero no nos basta para todo lo que pide. Solo en un terreno como sede principal serían mínimo veinte millones, mínimo, en maquinaría, de cien a trescientos millones. Luego están las afiliaciones, si quiere cubrir la EPS y otros servicios de los trabajadores, uniformes, equipos de seguridad, exportaciones, transacciones, sueldos, instalaciones, mantenimiento…
–No me venga con numeritos porque así no nos vamos a entender– me dijo Zara–. Tiffany, tradúceme a Dalila la matemática.
–Que el dinero imaginario no nos alcanza, tenemos que ahorrar gastos para producciones.
–¿Pues qué tanto es?
–Usted quiso una empresa industrial– la acusé–. Yo le dije que era mejor una cibernética sin sede no nada. Ahora tenemos que ver proveedores de materia prima, costear los tiempos, ventas buscar proveedores, gente…
–A ver, vuelvame a hacer cuentas.
–A ver– empecé a consultar con mi calculadora.
–¡Buenas tardes, visionarias!– Llegó Evan con nosotras–. ¿Cómo les va?
–Embarcados, según Daliah– le respondió Zara.
–Soportamos un mes mínimo– explicó Tiffany–, pero recuerda que el profesor va a ser el que nos dé las ventas que vamos a presentar. Y eso será lo que defina la capital de otro mes y otros ingresos.
–El plan de negocios lo está haciendo Dalila matemática.
–¿Y será que Dalila matemática nos puede ayudar?– Evan juntó sus palmas–. Por favor. El periodo pasado no teníamos tres materias encima y estuvimos relajados. Marc y Carlos hacen los cálculos, pero usted sabe cómo es Carlos y Daniel y Josué hacen la maqueta.
–¿Y usted?– Le preguntó Zara.
–Yo los mantengo felices y unidos. Aporto la alegría y el ambiente en este espacio laboral.
–Sobretodo.
–Pero yo no vine a hablar con ustedes. Yo vine a hablar con Daliah la matemática y contadora de esta bella privada y parece que pública institución.
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Una Vez Más - Belle
RomansEl inicio que marcó el fin de una vida. Después de años viviendo en Barranquilla, Marc se ve obligado a mudarse hasta la capital para enterrar antiguos fantasmas, pero la situación se vuelve complicada cuando inicia una rivalidad con su compañera y...