PET II - El limite de la muerte, es la fuerza de nuestro amor -

29. La verdad de un Pet I

Al notar que dejaban todo rastro de viviendas y zonas sociales, Kaownah no tuvo que volver preguntar a donde se dirigían. Recordaba muy bien el camino a ese lugar.

Connor y Kaownah mantuvieron silencio durante el viaje, cada uno estaba enfrascado en sus propios pensamientos. Lo único que ambos compartían era el calor de sus manos las cuales no se habían soltado de nuevo.

Al ver las grandes estructuras metálica de Thai Oil, Kaownah se sintió algo intranquilo.

¿Por qué Connor quería hablar justo en ese lugar?

- es importante que hablemos en una zona segura

La voz de Connor atrajo la atención de Kaownah.

- lo que sabrás esta noche debes manejarlo con prudencia e inteligencia. Además, hay alguien que desea cruzar unas palabras contigo.

El cuerpo de Kaownah se tensiono más ante esa declaración.

Sintiendo las inseguridades de su amigo, Connor llevo la mano de Kao a sus labios besando el dorso de ella. Alzó sus bellos ojos plateado y los conecto con los ojos chocolate.

- jamás permitiría que algo te pasará. Daría mi vida por la tuya, incluso mataría a quien se atreviera a herirte - con su otra mano libre acarició las sonrojadas mejillas - no tengas miedo, pues jamás me apartare de tu lado.

Sintiendo todo su rostro calentarse y su ser vibrar ante tales confesiones, Kaownah apartó su mirada de esos intensos ojos plateado que expresaban más de lo que podía llegar a entender.

- Amo Connor, estamos pronto a llegar a la entrada - aviso el chofer - recuerde que el cielo ya oscureció, es momento de que usted se una a ella - dijo entregándole una máscara que solo cubría hasta la nariz.

Esta tenía diseños de un felino de color plateado con algunas manchas negras.

Tratando de regresar a su estado natural, Kaownah apartó la cálida mano que aún seguía en su rostro y miro hacia el frente.

- ¿quién es la persona que desea conversar conmigo?

- eso no puedo decírtelo...aún -

- joven, usted también debe usar esto - dijo el chofer dándole un antifaz de color dorado con bordado en lentejuelas del mismo color y una pluma negra en el lado derecho - el amo lo ha lo eligió especialmente para usted.

Tomándolo, rápidamente me lo puse al notar que estábamos ya llegando a la entrada.

- buenas noches Señor Olwen, me permite ver su identificación por favor

¿Identificación?

Cuando yo trabajo se usaban unas placas con el diseño de una mariposa Posada en una hoz. Esa era la forma de confirmar que pertenecíamos al Seol.

- claro - respondió

Sacando del bolsillo de su saco, Connor saco una tarjeta el cual tenía un Código de barras el cual el Guardia que también tenía su rostro cubierto con una máscara que cubría todo su rostro le lo tomó y lo paso por un lector que dio un color verde en una pantalla.

- puede pasar señor Olwen - dijo el Guardia permitiéndole el paso.

Al llegar al estacionamiento, Connor, el chofer y yo nos percatamos de que varias camionetas empezaban a llegar. De ellas bajaban jóvenes

que ocultaban su identidad con máscaras como las que yo solía portar. Aunque traían ropa deportiva puesta. Seguro se cambiarían al llegar al locker que les correspondiera.