PET II - El limite de la muerte, es la fuerza de nuestro amor -

13. Rozando con el pasado

Recordatorio: No olvides por favor que Fiat es en realidad First. Ambos son la misma persona

PD: lamento la demora, espero y lo disfruten.
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Londres.

Dos empleadas llenaban una bolsas cada una las cuales reposaban en el mostrador con cupcakes, galletas, rebanadas de tarta y brownies dentro de bonitos empaques con el logo de la cafetería.

Mew quería llevar todo lo posible de las delicias de ese singular local a su novio, aunque mañana pensaba regresar a comprar más para su familia y amigos. Realmente había quedado maravillado con las variedades sabores que implemetaban en cada postre.

- muchas gracias - dijo al pagar y ser entregado su pedido.

- muchas a gracias a usted por su compra. Que tenga un excelente día - respondió la cajera amablemente

Volvía a agradecer encantado por lo adquirido. Ya quería llegar al hotel y ver las adorables expresiones de Gulf al ver lo que le compró.

- ¿a donde te gustaría ir esta vez? - pensó en voz alta.

En cuanto estuviera de vuelta con Gulf, le preguntaría que deseaba hacer.

Solo le quedaban el resto de la tarde y mañana para disfrutar de Londres junto a su novio, ya que al siguiente día el vuelo de regreso estaba programado a las 6:00 am.

- ya me he tardado

Dirigí mi atención al gran ventanal que dejaba ver hacia fuera. El señor Fiat estaba hablando con una mujer; quizás era por la distancia, pero la forma de moverse de ella....

- ¡ah! - la mujer había cacheteado al señor Firts

Mew se apresuró a salir de la tienda al predecir la siguiente acción de la mujer. El puño en alto dejaba más que en claro lo que haría.

Tome ambas bolsa con una sola mano a tiempo para envolver por la muñeca a la señora. Ella giro hacia mi con su ceño fruncido y la mirada chispeante de enojo.

Al conectar mis ojos con aquellos de color café,  una corta punzada en mi cabeza me hizo achicar los por el dolor. Tome una bocanada de aire para poder hablar, ignorando mi malestar.

- esta no es la forma en que una dama deba comportarse, ¿no cree? - hable calmadamente a la mujer. Pensé que ella intentaría golpear me por la enorme rabia que expresaba su cara, al contrario de lo que pensé que sucedería, largas líneas de lágrimas comenzaron a caer.

En ese instante todo a mi alrededor se borro. Lo único importante para mi ahora es ofrecerle protección a la mujer frente a mi.

Dolía, el dolor plasmado en acuosos ojos cafés.. Dolía.

- ¿puedo ayudarla ? - quizás ella necesitaba algo y el señor Fiat no fue cortés ante su pedido. Sin meditar lo, deje las bolsas en el suelo para luego dirigir mi mano libre a la húmeda mejilla de la señora limpiando los caminos de agua salada      - no llores, por favor - siempre he sido débil ante el dolor ajeno, pero en esta ocasión lo sentía tan personal, tan profundo como si ella fuera.. especial para mi.

Ella susurro algo en un tono tan bajo que aún teniendo la cerca no alcance a entenderlo. Tuve que envolver rápidamente mis manos alrededor de ella antes que su cuerpo chocara contra el suelo.

- ¿eh? - ¡Se desmayo! - Señora.. - me arrodille con ella soltando las bolsas para poder acomodar la mas cómodamente. La sacudi un poco preocupado por que recuperara la conciencia - Señora.. Señora ... - esto no era bueno, ella seguía sin reaccionar sin importar cuanto intentara llamar la.