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—¿Por qué estás así?

—¿Cómo así?

—Como... triste. —Murmuró mirándome con preocupación.

—No estoy triste, solo... cansada. —Suspiré con pesar.

Draken tomó mis manos, se acercó y las besó.

—¿Quieres que nos veamos otro día? Para que descanses un poco. —Murmuró comprensivo.

Me derretí en ese mismo momento, nunca nadie había sido tan atento conmigo.

—No, me gusta estar contigo ahora. —Sonreí.

Draken llevó su mano a mi mejilla, acariciando suavemente, me recargué en su mano, gustosa por el tacto.

—Entonces vamos a dónde te quería llevar. —Me dijo con una sonrisa muy linda.

Entrelazó nuestras manos y comenzamos a caminar. En el trayecto, Draken me hablaba sobre las cosas que había visto que le recordaban a mí, que podrían gustarme y que incluso podíamos hacer juntos.

Era muy agradable estar con Draken, es un chico muy entretenido, amigable y social hasta cierto punto. Y muy cariñoso debo decir, no me molestaba en absoluto pero era algo que debía recalcar.

—¿Ya te divertiste? —Cuestionó bebiendo su café frío.

—En realidad si, la he pasado muy bien todo este día, debo de admitir que eres un chico muy atento y... Me agrada. —Sonreí.

Draken terminó su café y se levantó, sacó algunos billetes y los puso en la mesa.

—Que bueno que te hayas divertido, ésto es todo.

—Oy... ¿Qué? ¿A donde vas? ¡Draken! —Tomé mis cosas y fui detrás de él.

Corrí detrás de él, ya que al ser más alto casualmente era más rápido. Cuando pude alcanzarlo lo tomé del brazo, haciendo que se detuviera y a su vez se girará hacia mi.

—No puedes ir rechazando a las personas y después estar como si nada. —Murmuró entre dientes. —No eres una persona buena porque no te importa como se sienten los demás, no te importó como me sentía cuando me rechazaste, aún sabiendo que me gustabas.

—¿Y qué querías que hiciera? ¡Literalmente Emma está tratando de acabar conmigo por culpa tuya! ¿Qué acaso no podías fijarte en ella?

—No puedo fijarme en ella porque la veo como una hermana, crecí junto a Mikey, y a su vez con ella. Si me fijé en ti fue... ya ni siquiera tiene caso, me has demostrado que no vales la pena.

Fue como si el alma se me hubiera ido por unos instantes. Draken se giró nuevamente y comenzó a caminar.

Me quedé parada, sin saber que hacer o qué decir... es más, ni siquiera había qué decir.

Draken se detuvo, pareció suspirar y luego se giró hacia mi.

—¿No vas a caminar?

—¿Para qué? ¿Para que sigas humillandome cómo todos? No te preocupes por mi, mientras yo sepa quién soy no me interesan los demás. —Murmuré aferrándome a mi bolso, caminé hacia él, pasando por su lado para después irme en dirección a mi hogar.

—Suri, no quería hacerte sentir así. —Dijo persiguiendome.

—No, si lo querías, pero no te preocupes, en verdad, solo buscas hacerme sentir como yo te hago sentir, ¿No es así? —Lo miré de reojo al notar que ya estaba a mi lado. —Humillado, miserable, ¿Qué más?

Draken se puso delante de mi y me detuvo de golpe tras sujetarme de los hombros.

—Lo siento, sé que vales completamente la pena, no mentí cuando dije que no importaba lo que perdía en el proceso. Pero en verdad no tienes idea de cómo me mata el hecho de que me rechaces aún si hablas de mi con otras personas.

—Yo lo siento, lo siento mucho... sé que... fui mala contigo y con tus sentimientos. —Murmuré quitando sus manos de mis hombros para entrelazar nuestras manos. —¿Qué tal si empezamos de nuevo? Desde cero.

Draken sonrió y asintió.

Y así, volvimos a comenzar desde cero.

°°°

—¡Y que chingue su madre la culera de Suria! —Exclamó Hanma.

—¡Que se vaya a la verga, pinche vieja! —Exclamó Kakucho.

—Hijos de su chingada madre. —Gruñó con molestia Izana. —¿Por qué no hiciste nada?

—¿Y qué querías que hiciera? —Bufó Kisaki. —No es mi problema.

—¡Pendejo están incendiando la casa de Suria!

—¿Y eso a mí qué? Quienes van a ir a prisión son ellos, no yo. —Dijo acomodándose los lentes.

Los cuatro chicos se fueron del lugar, sin saber que los abuelos de la chica se encontraban ahí adentro.

Se encontraban durmiendo cuando todo ocurrió, murieron debido a la inhalación del humo, y finalmente fueron calcinados por las llamas del fuego.

A pesar de que los bomberos llegaron, ellos ya habían muerto y tenían graves quemaduras.

Suria no se enteró hasta más tarde, cuando llegó con Draken a su casa, los bomberos ya habían terminado de extinguir el fuego.

Los vecinos al ver a Suria le comentaron lo que había sucedido, ella se quedó petrificada, sin moverse o reaccionar.

Draken estuvo tratando de hacerla reaccionar pero nada sucedía, tuvieron que llamar a uno de los bomberos para hacer algo, pero ella no reaccionaba de todas formas.

La llevaron al hospital temiendo por un shock, la trataron de inmediato cuando notaron que casi no respiraba.

Los Haitani, Koko, Inui, Sanzu, y algunos otros llegaron para verla. Draken sabiendo que además de ser sus exes eran sus amigos, les dijo lo que había sucedido.

No pasó mucho tiempo cuando los Haitani corrieron la voz para averiguar quién había sido el responsable de lo que había sucedido.

Porque algo era claro tanto para ellos como para las autoridades, había sido un incendio provocado.

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Bubblegum Btch [Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora