La Única Mujer | Shehade Mehmed

Capítulo 5 🔞

Aclaración: El sultán ha estado todo este tiempo en una campaña y aún no ha vuelto. Cuando Mehmed le dijo a Hurrem que iba a saludar a su padre era una clara manera de decirle que no quería hablar con ella.

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1 mes después.

- ¿Y bien? - la sultana de cabellos de fuego miró a su fiel amigo Sumbul Aga.

- Mi sultana lo que pudo conseguir fue muy poco - este le hizo una reverencia con la mirada baja - La criada viene de Francia y fue comprada personalmente por la madre sultana pero nadie supo de su existencia hasta que fue a los aposentos del príncipe. No se saba nada de ella - respondió el Aga.

- ¿Cómo es eso posible? Es la favorita de mi hijo, algo deberían haber escuchado en su tiempo en el harem - Hurrem frunció el seño confundida.

- Sobre eso sultana... - Sumbul dudó en decir lo siguiente.

- ¿Qué pasa? Habla -

- La criada Clara nunca se quedó en el harem. El príncipe Mehmed le regaló los aposentos más cercanos a los suyos - Hurrem casi se desmaya al oír eso pero Sumbul no se detuvo - No solo eso, se dice que casi ni los utiliza, siempre está cerca del príncipe. De hecho todas las concubinas que la han visto dicen que siempre la ven acompañada del shehade y que este no se separa de ella - con cada palabra la sultana sentía que su mundo se venía abajo - El shehade Mehmed la ha llenado de regalos sin fin, le regaló un corcel de la más noble sangre para ella y...... - Sumbul tomó aire - recientemente le cambió su nombre a Neyla y corren rumores que le regaló un juego de joyas hechas por él mismo que no tienen comparación en el mundo y que ella nunca se las quita pero aún no se ha visto como es -

Un silencio se escuchó en los aposentos.

Hurrem cerró los ojos molesta. Neyla un nombre de doble significado, para algunos es la "belleza suprema" y para otros significa "la más amada". Quedó en claro la posición de esa esclava en el corazón de su hijo.

- Madre, ¿que haremos? - Mihrimah, que hasta ahora se había mantenido callada no pudo evitar hablar.

- No lo sé Mihrimah, tu hermano quiere demasiado a esa criada y lo peor es que ella no es mi aliada si no mi enemiga. Esto es peligroso para nosotros - la pelirroja por primera vez no sabía que hacer.

- Pero es solo una concubina más. Pronto se aburrirá de ella - Dijo Mihrimah no del todo segura.

En ese momento Sumbul Aga intervino.

- De hecho mis sultanas. Pronto el sultán regresará de su campaña y su primer decreto es darle una provincia a el shehade, seguro será Manisa y como festejo podemos hacer una fiesta de las más hermosas concubinas para el príncipe - dijo dándoles una reverencia. Aunque las concubinas que había preparado no eran ni un cuarto de la belleza de Neyla aún creían que el príncipe querría probar algo nuevo.

Mihrimah y Hurrem aceptaron la ofertas de Sumbul, dispuestas a recordarle a Neyla que nunca iba a ser la única mujer del príncipe. Cosa de la que estaban muy equivocados.

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Mehmed acarició con delicadeza en largo y sedoso cabello de su favorita. Distribuyendo el gel de baño uniformemente.

Neyla cerró los ojos con una sonrisa dejando que su amado príncipe la bañara, costumbre que habían tomado entre ellos.

Se encontraban en una gigante tina llena de rosas y olores primaverales, tomando un relajante baño después de un paseo por el jardín.