CAPITULO XIX

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Es demasiado misterio, es momento de que me conozcan.

Pero antes les contaré una historia...

Un invierno un pequeño solitario se encontraba jugando con nieve en su parque favorito. Nadie quería acercarse porque era un poco diferente al resto, aunque el prefería llamarse a si mismo especial. Echo una mirada de soslayo y divisó una cabellera que parecía fuego entre todo ese blanco, acompañada de dos simios que parecían ser su sombra.

Detalló todo de ella en facciones de segundo, tenía pecas casi imperceptibles, su cabello tenía distintas tonalidades rojizas, su piel se veía tan suave. Estaba tan distraído que no se percató de que la chica caminaba en su dirección, lo saludo muy animada y se presentó con un acento algo extraño. Su nombre era Alessia.

🕳️

Este es un salto pero no quiero aburrirlos con detalles, ella solo se encontraba ahí por las vacaciones de invierno compartieron mucho durante ese tiempo y él por fin se sentía cómodo con alguien, parecía que ella lo entendía a la perfección. Cuando ella no volvio al parque él se prometió encontrarla. ¿Pero que haría si solo tenía un nombre? No le importó eso y por años la busco sin descanso, hasta que un día vio que en su colegio había postulantes para becas y al ver una de las fotos se quedó en un silencio que no sabia cómo interpretar. Era ella, sus ojos, jamás los olvidaría. Movió cielo y mar hasta que logró que la aceptarán, por fin la tendría de vuelta.

Cuando ella estaba en la entrada esa mañana él quería decirle tanto, estaba algo cambiada, habían pasado algunos años desde ese día pero seguía siendo hermosa. Él también había cambiado incluso en su forma de ser para que no le diera problemas como en el pasado ¿Acaso ella lo recordaba?

La respuesta fue un no, pero tuvo la idea de ser el primero en ofrecerle ayuda, en resumen logró hacerse su amigo en pocas semanas y aunque no le contó que ya se conocían se conformó con ser lo que era para ese entonces.

Un año después eran inseparables, ella lo buscaba en cualquier momento y él se encargaba de protegerla. Cuando empezaron a herirla, él se juro que iban a pagar muy caro haberla echo llorar.

Creo que les di algunas pistas no... Les toca jugar a ustedes.

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Alessia

No, no, no. Esto no puede ser posible. No puede ser tú. Mi corazón iba a salirse de mi pecho.

Sentí un tirón, era la bolsa que impedía que viese algo saliendo por encima de mi cabeza, la luz hizo que cerrara los ojos un momento y cuando pude abrirlos bien lo vi.

Noah...

La idea que yo tengo de mi mejor amigo quedó echa añicos al ver ese cabello castaño frente a mí. Fui engañada, jugo conmigo, me hizo sufrir y decía quererme.

—Ten bebe, debes tener sed—dijo eso ofreciéndome un vaso con agua, lo ví con desprecio y aparto el vaso de mí.

—Lessa, no me veas de esa forma. Se que en este momento crees que soy una escoria echa hombre pero permíteme explicarte que es lo que ocurre.

—Ni que me digas que eres el maldito hijo de Matusalem voy a darte las gracias por volverme loca por meses, por matar a una persona y hacer que otra intentará suicidarse. Oh espera, también intentaste matar a Ashley. ¿Que mierda tienes en la cabeza?!!!

—Entiendo que estés alterada, es una respuesta muy normal al momento de revivir traumas, además teniendo en cuenta que tienes sentimientos de culpa. Pero mi intención siempre fue protegerte.

—Ya veo. Hiciste una purga para protegerme. Tiene demasiada lógica no se cómo no lo noté antes—espero que mi sarcasmo se notará, sino espero que la mirada que le lance dejase claro que lo que decía era una locura.

—Veo que no estás entendiendo y sabes que amo tu sarcasmo pero está empezando a sacarme de quicio.

—Te lo pongo sencillo, mátame también y problema resuelto—le di una sonrisa como si estuviera en el momento más feliz de mi vida.

—Hice todo esto por ti, bueno al principio pero creo que esto es lo que debo hacer. Imagina un mundo sin personas lo suficientemente idiotas para creer que tiene control pero no tiene ni un gramo de inteligencia.

—No entiendo que mal pudieron hacer Vivían y Tomas solo son unos imbéciles. Sorpresa!! Hay muchos de esos en el mundo.

—La diferencia es que se metieron contigo—me dio una mirada tan helada que los pelos se me pusieron de punta allí mismo.

—Vivían fue una perra pero eso no es un crimen que la lleve al suicidio. ¿Y que hay de Tomás? Él nunca hizo nada para lastimarme.

—Alessia, ¿en serio no lo recuerdas?—lo mire como si me estuviese hablando en otro idioma o fuese un estraterreste—vaya, típica reacción neuronal para lidiar con un trauma.

—No tengo la menor idea de lo que hablas.

—En tu primer año en el colegio te metió dentro de los vestidores, te desnudo y público tus fotos en el sitio web de la dirección.

Mi mente pareció haber hecho clic, me encontraba tirada en el piso de los vestidores sujeta a mis rodillas llorando desconsolada mientras Tomas se reía de mi estado. Volví a la realidad no necesitaba eso.

—Entiendes ahora, si no era yo quien hacía algo podría haberlo hecho con alguien más. Ahora descansa, si te comportas prometo soltarte.

Se estaba alejando cuando volteo, me vio y dijo.

—Todo esto lo hago porque te quiero. Buenas noches Lessa.

Ella quiso hacer dañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora