Ella quiso hacer daño

CAPITULO XVIII

Vamos aclarando puntos. Nunca he querido lastimar a alguien-miento, si que quiero.-Solo imparto justicia por mi propia mano (en mis fantasías si hago daño por gusto, pero no quiero parecer un monstruo).

Como sea, no pueden culparme últimamente todo a mi alrededor es nocivo para que continuó con mi existir ¿Para que necesitamos a esos estorbos? Mejor que de una vez les haga el favor de quitarles esos cascarones que solo acumulan oxígeno sin contribuir.

En el proceso ya no hay aburrimiento.

Es un ganar ganar...

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Alessia (recuerdo)

-Carlo!!! ¿Acaso no comprendes que tu hija está siendo perseguida? ¿Cuanto más tiene que pasar para que dejes todo esto?

-Se como mantenerlas a salvo, esto es herencia familiar que prometí mantener, no podemos solo dejarlo. Sea como sea seguirán cazando.

-Pero ellos saben que nuestra Alessia es la debilidad de todo y no quiero que lastimen a mi hija!!!

-Ella tendrá que asumir esto alguna vez, por eso la enseño a defenderse, sabe usar un arma. Además, ya no es una niña y nunca te oculte nada de esto.

Escuchar a mis padres pelear por eso era recurrente, no éramos una familia normal de eso estaba segura. Digo ¿A qué niño de 12 años le enseñan los puntos para herir, inmovilizar o matar a alguien en caso de emergencia?

Esa era mi vida, sabía que mi papá no era un Santo y que personas igual o peores que él nos tenían en la mira, especialmente a mí. Única heredera de todo el imperio que mi familia habia levantando. Era dinero sucio pero nunca se traiciona a la familia y las promesas deben cumplirse.

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Alessia (actualidad)

Sinceramente tengo mis sospechas de posibles perpetradores-eso Sono muy de ansianos.-Bueno existen personas que quieren lastimarme por culpa de mi papá.

Encantador...

Lo cierto es que no puedo negar o confirmar nada aún, nunca pensé que aún estando lejos de él me perseguirá la desgracia.

Hace un par de años mamá llegó a mi habitación en medio de la noche despertando me con dulzura y en susurros exigiendome que guardara el mayor silencio para que nadie notará nuestra pronta ausencia pues su prioridad era mi seguridad-o eso entendí, no estaba del todo despierta.

Salir de esas paredes a las que estaba muy apegada, es el único hogar que había conocido y haber dejado a papá, mi protector. No entendía a mamá pues él si nos mantenía a salvo hasta me enseñó a defenderme por mí misma, podía con todo eso y en mi interior estaba deseosa por manejar el negocio familiar, mi padre me había contado que por eso tenía la vida que tenía.

Vaya que una niña es inocente pues no sabía de qué se trataba el negocio en realidad y cuando presencia el primer asesinato sin clemencia que mi padre orquestó le tuve miedo a todo ese mundo pero me mantuve serena como se me había ordenado.

Estaba en una batalla interna si seguir para lo que me habían preparado o huir amaba a mi papá pero ¿Era yo así de fría? ¿Podía hacer ese daño y dormir tranquila?

Por suerte mamá resolvió ese problema para ambas y desde entonces no he vuelto a ver a mi papá.

Lo extraño

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Mi momento de acabar con esta pesadilla había comenzado, caminaba en dirección a la habitación del hospital donde deje dudas en el aire y no conseguí ninguna respuesta. Vivían tendría que darme las ahora por esto ya no puede seguir debo proteger a todos los inocentes que puedan salir lastimados .

Ese largo pasillo me ponía la piel de gallina, cada paso hacia que mi cuerpo pesará más y más . Empecé a dudar frio-expresión muy curiosa si me lo preguntas porque si sientes que te congelas-. No había marcha atras todos esos años que papá me preparo para defenderme tenían que salir a la luz después de todo soy una D'angelo y el miedo no es algo que esté en mi vocabulario.

Casi pude llamar a la puerta, y digo casi porque justo sentí un zumbido y todo se puso muy borroso era insoportable el mareo que sentí pues me palpitaba el lado derecho de la cabeza y es que había recibo un duro golpe con algo metalico, o eso creo, perdí las conciencia de todos modos.

🕳️

Volví en sí, pero de nada sirvió pues tenía algo en la cabeza que impedía mi visión -me gustaba más la negrura de estar ebria pero que puedo hacer-, escuchaba mi corazón retumbando en mi pecho y la respiración agitada que no sabia ni como controlar al intentar moverme me di cuenta que estaba atada de pies y manos.

Genial.

El suelo debajo de la silla en la que estaba tembló -tranquilos que no fue un sismo- alguien caminaba en mi dirección.

Mis traumas, mis chistes.

-¿Acaso no tengo el placer de escuchar tu melodiosa voz? Según yo eres un hombre muy varonil esa colonial cara te está delatando-le dije con voz pastosa. Vaya que tenía sed.

-Siempre tan ocurrente, por eso amo pasar el tiempo contigo.

Esa voz...