Mi Cautiverio [YuriOnIce]

Capitulo - 5

De verdad quería llevar a Yuuri hasta su casa, pero tuvo que conformarse con la cita que programaron para el fin de semana.

Tal vez hubiera insistido más pero recordó que su encomienda llegaba justo ese día. Con prisa regresó a casa y justo frente a su puerta se encontraba aquello que esperaba con ansias.

Rasgó el papel en el que venía envuelto y admiro la bella portada del libro.

El fondo blanco hacía resaltar la bella figura de Yuuri quien lucía un bonito traje oscuro con pedrería sobre los hombros. La fotografía fue tomada desde arriba y por esa razón él parecía estar observando algo a lo lejos, pero lo que más llamó la atención de Viktor fue la expresión de su rostro. Su mirada no solo inspiraba cierto aire de soledad, en ella se podía palpar el anhelo de alcanzar algo que deseas con todo tu ser.

Se duchó, ceno y luego de darle algo de atención al can decidió que era hora.

–Muy bien Viktor –se daba ánimos a si mismo–. Quieres saber más de Yuuri, así que por eso compraste su libro.

Suspiro y acomodándose en el sillón dio lugar a su lectura acompañado de su fiel mascota, Makkachin.

<<Mi nombre es Yuuri y nunca imaginé que mi historia de vida se volvería una obra literaria.

La verdad es que esto comenzó como simples frases sueltas escritas en un viejo cuaderno por recomendación de mi Psicóloga para liberar mi alma de las penas, pero ahora gracias a mi mejor amigo se convirtió en el éxito del año, o eso me dijeron en la editorial.

Si llegaron hasta aquí es justo que sepan que este libro no contiene más que la historia de mi vida desde el momento en que fui separado de mi familia por el capricho de un desalmado.

No hay fantasias de un maravilloso final lleno de felicidad, solo soy yo sobreviviendo ante la crueldad del mundo y las personas inescrupulosas que solo buscan beneficiarse a si mismas aun pasando por encima de los demás.

Desde su joven matrimonio gracias a una herencia, mis padres se convirtieron en dueños de un Onsen o mas conocido como hotel de aguas termales, un lugar muy popular en Hasetsu Japón.

Eramos sumamente felices los amaba con todo mi corazón, a ellos y a mi traviesa hermana mayor y juntos trabajábamos el negocio familiar, pero por desgracia la falta de turistas hizo que poco a poco el lugar decayera.

La calamidad cayó sobre nosotros cuando una tentadora oferta de un jugoso préstamo fue puesta en las manos de mi padre por parte de un misterioso extranjero, Celestino Cialdini.

El primer año logramos recuperarnos, pero mi padre notó que aunque pagara los intereses de la deuda adquirida esta parecía incrementar de la nada. Fue durante ese periodo de tiempo cuando cumplí mis catorce años que todo se complico.

Ademas de la extraña situación con la deuda, fui diagnosticado con una particular condición de salud que al parecer llamó la atención del prestamista.

Siendo sincero no sé en que momento todo se desmorono frente a mis ojos.

Lo último que recuerdo de ese momento es a mi madre herida, llorando desconsolada viendo hacia mi dirección, recostada sobre el cuerpo inerte y lleno de sangre de mi padre y a mi hermana que bañada en lagrimas trataba desesperada de arrancarme de los brazos de esos hombres vestidos de negro que trabajaban para Celestino.