Capitulo - 4

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–Así es, su libro –continuaba con su trabajo en tanto no perdía de vista a Viktor–. Si después de que leas su libro puedes seguir a su lado sin que él te aparte, entonces no habrá problema.

–Disculpa, pero sigo sin comprenderlo –Viktor se esforzaba por entender lo que el chico parecía decirle entre lineas.

No hubieron más palabras, solo pudo observar como Yuri caminaba hasta la caja registradora y tomaba un papel desde el fondo de uno de los cajones, enseguida lo puso frente a él y fue ahí cuando descubrió que se trataba del folleto que promocionaba la firma de autógrafos del tan aclamado escritor novato, Yuuri Katsuki. Quien daba a conocer su primera obra titulada "Mi Cautiverio".

Al parecer era su primer evento y se celebraría la próxima semana en la Biblioteca Estatal Rusa para jóvenes adultos.

Observó detenidamente el folleto y agradeciendo al rubio con una sonrisa cargada de incertidumbre, pagó el trago que le sirvió Minako con antelación y partió rumbo a su departamento.

Fue recibido justo en la puerta por su amado cachorro quien brincaba de un lado a otro de felicidad. Le brindo sus debidas atenciones y cuando el can estuvo satisfecho se acomodó en el sillón para así iniciar con la búsqueda de aquello que lo tenía inquieto desde que salio del bar.

Solo necesitó teclear el nombre de Yuuri Katsuki para que en su pantalla aparecieran un montón de reportes, noticias y primicias en donde el japones y unos cuantos chicos más eran los protagonistas.

Antepuso la información del libro, puesto que sabia a la perfección que los medios solían manipular los hechos a su antojo tan solo para conseguir mas atención por parte del público, sin contar que lo poco que había leído le heló la sangre y deseaba con todo su corazón que los sucesos no fuesen tan crueles como aparecían allí.

Makkachin olfateo en el aire algo de zozobra y presintiendo que su amo necesitaba apoyo para mejorar su estado de animo, subió de prisa al sillón recostándose sobre las piernas de Viktor.

–Que buen chico eres, Makka –sonriendo acaricio a su fiel compañero y dirigió su investigación a la compra del libro.

Para su desgracia, la obra aparecía agotada en cuanta librería de Moscú averiguase. Solo le quedo ordenarlo en linea y llegaría hasta dentro de dos días.

¿Acaso el universo estaba decidido a hacerlo esperar dos días para todo?

No quedaba otra opción. 


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Ese par de días transcurrieron más pronto de lo que pensó, después de todo, el trabajo absorbía la mayoría de su tiempo y las cosas empeoraban ahora que debía ocultarse de su mejor amigo y sus muy desvergonzadas insinuaciones con respecto a la noche en que conoció a Yuuri.

Mi Cautiverio  [YuriOnIce]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora