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   Jimin asintió a lo que decía el doctor aceptando las pastillas y pensando en lo que decía además de pensando en la idea de tener cachorros.

Tenerlos con su alfa hacía su omega saltar de la alegría; sin embargo, el entorno no era uno seguro en el que quisiera traerlos. Además, aún tenía aquella voz tras su cabeza que le decía que tenía que él no pertenecía en ese lugar.

"Nadie sale de la mafia" recordó a aquella sirvienta decir.

Jimin dejó las pastillas a un lado, sobre la mesita de noche al lado de su cama y dio palmaditas a su lado para que Yoongi se sentara.

Era algo que tenía que hablar con él.

— No lo sé... No lo sabemos— dijo Jimin abrazando sus piernas.— ¿Yoon, siquiera estaríamos a salvo? Es una gran responsabilidad y yo... Creo que esto es algo que se debe hablar y pensar.— 

Volvió a hablar y luego aquel tren de preocupación comenzó a correr.

— ¿Y si luego ya no me quieres? No me dejarías... ¿Cierto? Con nuestros hijos... No... Tengo miedo, Yoongi — su voz salió temblorosa, su omega se estaba estresando igualmente.

Yoongi tomó al menor entre sus brazos y dejó que esté escondiera el rostro en su pecho.

— Yo no te dejaría... Mucho menos a nuestros hijos. — Yoongi se quedó callado un momento y luego pensó en los Jeon.

Jimin tenía razón, no era seguro en este momento tener hijos.

— Toma las pastillas... — Dijo en voz baja sintiendo a su alfa herido. — No puedo arriesgar a mi familia.

Jimin lo abrazó, aferrándose a él, su corazón latía fuerte cuando se trataba de Yoongi, se estaba enamorando de él y su omega amaba todo lo que él era.

— Lo siento... Estaría mintiendo si dijera que no quisiera llevar tus cachorros, estaría lleno de orgullo.— dijo acariciando su rostro.

Jimin dejó besos en su mejilla y la comisura de sus labios.

— Tengo hambre...

Yoongi se separó del menor y se arregló la toga para luego ayudar a levantarlo e ir a comer.

—Quiero marcarte. — dijo mientras caminaban hacia el comedor. — Cuando comience tu celo te quiero marcar como mi Omega.

Ambos se sentaron en el comedor y la señora comenzó a servirles a ambos y luego le guiñó el ojo a Jimin.

—¿Qué piensas?

Jimin notó el gesto de la mujer, pero intentó no prestarle mucha atención.

El omega del menor saltó de la emoción ante la propuesta y sus mejillas se sonrojaron. Ser marcado por Yoongi, sabía que de todas maneras jamás encontraría a alguien como él y estar lejos de él ya era difícil.

Los ojos de Jimin brillaban y con una sonrisa miró su plato.

— ¿Cuál crees que sea mi respuesta? — Respondió su pregunta con otra pregunta y comenzó a comer. — Te daré mi respuesta cuando llegue el momento, es más divertido así ¿No? 

Dijo, esta vez él le guiñó al alfa tomando sus pastillas y bajándolas con el vaso de agua.

Yoongi bufó y se levantó lentamente de la silla y se acercó para luego dejar un beso en su frente. Jimin cerró los ojos ante su beso y sonrió según asentía.

— Sé un chico bueno, Rey. — Yoongi le sonrió para luego acariciar su cabello.— Iré a trabajar. No me esperes despierto.

Dijo para luego empezar a ir a su habitación a cambiarse a su traje habitual

The Triad. 끝 | YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora