30

1.2K 118 12
                                    

James estaba parado junto a Regulus. Mientras los Black lo maldecían en todos los insultos posibles.

Reg se veía afectado, siempre fue el favorito, ahora sabía lo que había sentido Sirius.

Potter tomó su mano. Y saltó a defenderlo cuando Walburga sacó la varita.

Ninguno de los mayores imaginó que el "lindo gatito de Potter" fuese tan bueno en maldiciones.

Así fue como Regulus terminó viviendo con los Potter.

-No, James. No puedo invadirte así.

-Serán solo unos meses hasta que consiga una casa para nosotros dos. Espera que termine Hogwarts y me pondré en búsqueda.

-No debes hacer esto por mí, yo soy- James lo cortó.

-Una buena persona que cometió errores. Y mi novio. Vas a quedarte porque yo te invito, y yo te amo.

-Pregúntales primero, por favor.

James así lo hizo, mientras Regulus se sentó en la cama de su novio.

Euphemia apareció rato más tarde, con un té y unas galletitas.

Regulus lloró  en el hombro de su suegra, y lo soltó todo. Le contó de lo imbécil que había sido con James, de cómo eso lo carcomía por dentro cada día. De cuanto lo amaba y juró que no quería lastimarlo. Que se dió cuenta al instante de lo grandioso que era y que realmente lo amaba.

Con todo esto, supuso que su suegra lo sacaría a crucios, como su madre hacía con Sirius, o recientemente con él.

Pero no, Euphemia besó su cabello e insistió en que coma algo "Todos cometemos errores y tu eres apenas un adolescente. Si mi hijo te perdono, es porque dices la verdad. Yo no soy dios para juzgarte ni James para meterse en su relación. Es de dos, y ustedes dos son los únicos que saben como funcionan"

Eso lo hizo llorar más fuerte.

Venganza// Marauders x skittles slytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora